Primera Plana (The Front Page)

Hombres de prensa

Por Martín Chiavarino

Si en Ace in the Hole (1951) Billy Wilder había arremetido con una crítica feroz sobre la rapacidad de la prensa amarilla denunciando su cinismo y falta de moral, en Primera Plana (The Front Page, 1974) este mismo periodismo es parodiado desde su cariz más sardónico, pero sin aminorar la crítica para con su insensibilidad ante el sufrimiento humano y la muerte.

 

Wilder emprende aquí una nueva adaptación de la elogiada y premiada obra de teatro homónima estrenada en 1928 por los periodistas norteamericanos Ben Hecht y Charles MacArthur sobre un editor que engaña a su corresponsal estrella con vistas a cubrir un último evento antes de su retiro para casarse con una joven viuda, obra adaptada por primera vez en 1931 por el genial realizador Lewis Milestone, con un guión de Bartlett Cormack y con Adolphe Menjou y Pat O’Brien en los papeles de Walter Burns y Hildy Johnson, respectivamente, que sería llevada nuevamente a la pantalla por Howard Hawks en 1940 con guión de Charles Lederer bajo el título His Girl Friday (1940), protagonizada por Cary Grant y Rosalind Russell.

 

Para obtener la sinergia que Adolphe Menjou y Pat O’Brien habían logrado en el clásico de Milestone, y Cary Grant y Rosalind Russell habían alcanzado en el film de Hawks, Wilder recurrió a dos titanes consagrados de la comedia con quienes ya había trabajado en The Fortune Cookie (1966), Walter Matthau y Jack Lemmon, los cuales habían estrechado su relación cinematográfica en una recordada comedia de Gene Saks, The Odd Couple (1968), sobre dos divorciados neuróticos que deciden vivir juntos, dupla con la que también trabajaría en su último film a principios de los ochenta, Buddy Buddy (1981).

 

Mientras Walter Burns (Walter Matthau), el editor del periódico vespertino The Chicago Examiner, intenta encontrar cómo diferenciarse de la competencia en la cobertura de la ejecución de un pobre diablo que ha matado en un accidente a un policía que intentaba detenerlo por hacer propaganda comunista, Hildy Johnson (Jack Lemmon), su corresponsal más famoso, ha tomado la decisión de abandonar la profesión de periodista para casarse con su prometida, Peggy (Susan Sarandon), una joven viuda que se gana la vida tocando el piano antes de las funciones de cine, y mudarse a Filadelfia para trabajar como publicista. Al enterarse Walter organiza una serie de estratagemas para sabotear los planes de Hildy y obligarlo a cubrir la ejecución de Earl Williams (Austin Pendleton). Debido a la estupidez de un psicólogo vienés, el Dr. Eggelhoffer (Martin Gabel), y de la incompetencia del comisario (Vincent Gardenia), Williams escapa y así comienza una cacería por toda la ciudad de Chicago mientras los reporteros festejan junto a Hildy, en la sala de prensa de la comisaría donde debía llevarse a cabo la ejecución, la despedida del periodista que abandona la profesión. El resto de los reporteros sale corriendo para cubrir la huida y Hildy queda solo en la sala de prensa, donde descubre que Williams no ha escapado sino que se ha escondido en la comisaría y nadie salvo él sabe dónde se encuentra, por lo que esconde al herido Williams en un secreter. Hildy se comunica rápidamente con Walter, quien acude a la comisaría y entre ambos ocultan a Williams mientras planifican su reveladora nota con el fin de vender muchos ejemplares del periódico y exponer la incompetencia y las mentiras del comisario y el contubernio que existe entre este último y el Alcalde de Chicago (Harold Gould), que busca ser reelegido en su puesto gracias a la publicidad de la ejecución, parte de su campaña contra la expansión de las ideas del comunismo en la ciudad. La novia de Williams, Mollie Malloy (Carol Burnett), una prostituta que cuidaba al condenado, tiene también escenas donde se denuncia el accionar policial, la corrupción social y el rol nefasto de la prensa en la tergiversación de la realidad con noticias completamente inventadas y detalles sórdidos que no son reales y que buscan condimentar la basura que venden los diarios.

 

Con un guión del propio Wilder e I.A.L. Diamond, The Front Page es un derroche de talento de Matthau y Lemmon en un intercambio de ingenio retórico vertiginoso típico de las comedias del realizador, con diálogos mordaces y perfectos que exponen la estupidez y la codicia de los poderosos y de sus aliados mediáticos en toda su dimensión, incluidas las intenciones de un psicólogo de probar sus absurdas teorías sin siquiera haber conocido antes al acusado ni saber nada del asunto, dejando además a la policía al descubierto en su ridícula cacería de comunistas por la ciudad de Chicago.

 

A diferencia de las versiones cinematográficas anteriores que nunca nombraban la locación, Wilder enfatiza que la acción transcurre en la ciudad de Chicago y utiliza los nombres de los periódicos originales, dado que la obra de Ben Hecht y Charles MacArthur está basada en sucesos reales y personajes verídicos con los que ellos convivieron en su profesión. De hecho, Johnson está basado en el periodista Hilding Johnson y Burns en Walter Howey, ambos protagonistas de la vida del periódico Chicago Herald-Examiner. Que la acción transcurra en Chicago tampoco es una casualidad, ya que la ciudad fue una de las más afectadas por el apogeo de los mafiosos y los gangsters, que afianzaron su poder con la Ley Seca y la proliferación de las actividades ilegales basadas en el tráfico de bebidas alcohólicas, mafias que justificaban su poder en la retroalimentación con la institución policial y con los políticos de turno, los cuales en sus discursos defendían la Ley Seca para mantener los votos de los puritanos para después ir a tomar un trago a algún garito ilegal.

 

Tanto la obra de teatro de Hecht y MacArthur como el film de Wilder intentan desnudar los discursos del poder, la ridiculez del comisario, un esbirro del Alcalde, patético y desesperado en su ineptitud para el cargo. La prensa, a su vez, odiada por el comisario y el Alcalde, oscila entre la pretensión artística, las invenciones descaradas y la denuncia social, tres ejes del periodismo sobre los que los medios navegan siempre a la deriva, a veces informando y a veces tergiversando los acontecimientos, ya sea para manipular a la opinión pública o para venderle noticias, cuestión en la que Hecht y MacArthur hacían hincapié en la obra y Wilder mantiene en su adaptación, que buscó en todo momento ser fiel al espíritu de la puesta original.

 

Por su construcción narrativa The Front Page es similar a One, Two, Three (1961), el extraordinario film de enredos de Wilder en la ciudad de Berlín antes del levantamiento del Muro sobre la relación entre la hija del dueño de una corporación de gaseosas y un comunista de la República Democrática de Alemania. El film mantiene este talante teatral desarrollando casi toda la acción en la sala de prensa de la comisaría y muy pocas locaciones más, ofreciendo diálogos imperdibles de una dupla inolvidable.

 

A pesar de las críticas descarnadas que Wilder realiza también hay una homenaje en algún punto a la labor de denuncia de la prensa, a la profesión del periodista, un hombre enajenado por su trabajo que solo puede pensar el mundo en términos de la construcción y creación de noticias y de venta de ejemplares que cautiven la diletante atención de los lectores, confirmando que en el periodismo como en todo hay muchas aristas y no todo es nefasto ni romántico, sino más bien contradictorio, absurdo y generalmente injusto.

 

The Front Page, uno de los últimos films de Billy Wilder, posterior a Avanti (1972), una comedia cálida y entrañable, y seguido por Fedora (1978), un drama maravilloso sobre una actriz retirada basado en la exquisita obra del escritor estadounidense Thomas Tryon, tuvo en su época críticas dispares, pero Wilder realiza aquí un trabajo magnífico en su reunión con dos de sus actores favoritos. A pesar de ser una comedia, no es un film sencillo dado que Wilder espera compromiso de su espectador para seguirle el paso a unos personajes que deben crear una noticia antes de que el diario sea impreso y trabajan bajo una presión constante. En este sentido, la propuesta cómica tiene que ver con la vertiginosidad de los diálogos y con la asimilación del espectador a la dinámica del film que en definitiva es lograr mantener el ritmo de los geniales Walter Matthau y Jack Lemmon, que realizan una labor estupenda y confirman también que su chispa es eterna.

 

Primera Plana (The Front Page, Estados Unidos, 1974)

Dirección: Billy Wilder. Guión: Billy Wilder e I.A.L. Diamond. Elenco: Jack Lemmon, Walter Matthau, Susan Sarandon, Vincent Gardenia, David Wayne, Allen Garfield, Austin Pendleton, Charles Durning, Herb Edelman, Martin Gabel. Producción: Paul Monash. Duración: 105 minutos.

Puntaje: 10