Sé lo que Hicieron el Verano Pasado (I Know What You Did Last Summer)

No puedes borrar el pasado

Por Emiliano Fernández

Sé lo que Hicieron el Verano Pasado (I Know What You Did Last Summer, 1997), film muy exitoso a escala planetaria dirigido por Jim Gillespie y escrito por Kevin Williamson a partir de la novela homónima de 1973 de una de las pioneras de la literatura chatarra para adolescentes y “jóvenes adultos”, Lois Duncan, no fue una maravilla del terror ni mucho menos porque oficiaba de slasher demasiado purista y rutinario en una época en la que el subgénero era una maraña de clichés vetustos y en términos generales se había convertido en un chiste precisamente gracias a otro de los guiones de Williamson, aquel de cadencia intermitentemente reflexiva y autoparódica de Scream (1996), neoclásico de Wes Craven, sin embargo Sé lo que Hicieron el Verano Pasado asimismo demostró que el guionista podía tomarse en serio al horror y así entregar un producto sin la catarata de ironías que caracterizarían de allí en más a la franquicia Scream y a buena parte del género en su conjunto, algo también subrayado por trabajos futuros del señor como la interesante Aulas Peligrosas (The Faculty, 1998), de Robert Rodríguez, y la fallida La Marca de la Bestia (Cursed, 2005), otra de Craven, en este último caso destruida en rodaje y postproducción por Bob y Harvey Weinstein. Las dos secuelas empeoraron significativamente el asunto, Todavía sé lo que Hicieron el Verano Pasado (I Still Know What You Did Last Summer, 1998), de Danny Cannon, y Siempre Sabré lo que Hicieron el Verano Pasado (I’ll Always Know What You Did Last Summer, 2006), un directo a video de Sylvain White, y mejor ni hablar de esa serie del mismo título de 2021 de Sara Goodman para Amazon Prime Video, una especie de regreso a la mediocridad muy paradójica de aquellos comienzos noventosos.

 

Cuando la saga parecía muerta, Hollywood desempolva la alternativa cinematográfica de nuevo y sin que nadie la pidiese hoy nos topamos con Sé lo que Hicieron el Verano Pasado (I Know What You Did Last Summer, 2025), obra escrita y dirigida por Jennifer Kaytin Robinson que por supuesto -duplicar el título original es un gesto poderoso- funciona como una remake espiritual de la odisea de 1997 por más que en el plano comercial se nos venda al film como una secuela de Todavía sé lo que Hicieron el Verano Pasado, última aventura con los dos personajes canónicos, la “final girl” Julie James (Jennifer Love Hewitt) y su interés romántico Ray Bronson (Freddie Prinze Jr.), ya que la desastrosa Siempre Sabré lo que Hicieron el Verano Pasado trató de imponer un elenco cien por ciento nuevo. Más allá de tres detalles fundamentales destinados a encadenar la flamante epopeya con el segundo eslabón, hablamos del matrimonio/ ahora divorcio de los susodichos, algún chistecito sobre un viaje a las Bahamas y un cameo de Karla Wilson (Brandy Norwood), amiga de Julie en 1998, la verdad es que la propuesta de Robinson, artífice de una serie para MTV, Sweet/ Vicious (2016-2017), y dos bodrios para Netflix, Alguien Extraordinario (Someone Great, 2019) y Revancha ya (Do Revenge, 2022), reproduce al dedillo la dinámica de la masacre original y resulta tan predecible y hueca como la primera faena pero con muy poco gore y una vez más contradiciendo los epílogos de 1997 y 1998 porque aquí reaparece James cuando se supone que murió en los últimos segundos de ambos convites, sin olvidarnos de una aceleración narrativa en materia del despliegue de la colección de cadáveres que jamás innova en las muertes en sí y/ o los “juguetes” que el asesino en cuestión utiliza para tal fin.

 

En pantalla una chica bisexual de impronta hollywoodense “latina”, Ava Brucks (Chase Sui Wonders, en realidad de ascendencia china y europea), ocupa el lugar de la caucásica Helen Shivers (Sarah Michelle Gellar), los hombres son más inofensivos o menos caricaturescos que sus homólogos de antaño y por cierto se agrega un marimacho al lote estándar de dos parejitas para sumar más corrección política claramente demodé, en general provocando una sensación de prolijidad concienzuda que se combina con el sustrato histórico de la franquicia, relacionado a una superficie brillante que pretende ser naturalista aunque una y otra vez cae en el ridículo mainstream del envase vacío, además de la poca o nula empatía que generan estos monigotes de la alta burguesía. Las dos parejas de Southport, ciudad de Carolina del Norte, son esa de Brucks y Milo Griffin (Jonah Hauer-King), de clase media modelo estadounidense, y la de Danica Richards (Madelyn Cline) y Teddy Spencer (Tyriq Withers), ambos de la oligarquía local, contingente al que se suma una adicta menesterosa en recuperación con aire de lesbiana, Stevie Ward (Sarah Pidgeon), para un paseo nocturno en automóvil con el objetivo de ver los fuegos artificiales del 4 de Julio después de la fiesta de compromiso de Richards y Spencer, este último el idiota reglamentario que se para en el medio de la ruta y provoca la muerte de Sam Cooper, conductor que cae con su vehículo hacia el vacío desde un precipicio. Por supuesto de inmediato surge un pacto de impunidad entre la muchachada y un año después un demente con una gabardina y un garfio comienza a acosarlos, dejarles mensajitos y asesinarlos, incluso desparramando muertos adicionales como el nuevo novio/ prometido de Richards, Wyatt (Joshua Orpin), una podcaster que tiene sexo con Brucks e investiga la matanza de 1997, Tyler Trevino (Gabbriette Bechtel), el padre ricachón y político de Teddy, Grant (Billy Campbell), un pastor con apariencia de sospechoso, Judah Gillespie (Austin Nichols), y finalmente un encargado de cementerio sin nombre conocido que pasa a “mejor vida” apenas por mirar unos monitores (Brian Duffy).

 

La criminalización de la víctima del accidente de tránsito de 1997, ese Benjamin “Ben” Willis alias El Pescador (Muse Watson) que era atropellado por el grupito previo cuando venía de asesinar al responsable de la muerte de su hija, el novio de la mocosa David Egan, en esta oportunidad muta en una venganza tradicional y bastante pedestre que para colmo recupera el recurso de los dos homicidas de aquella Scream original, planteo que hace que tengamos una sobredosis de Williamson de segunda mano (segunda y cómoda mano, por la falta de originalidad). Se agradece una remera al paso con la tapa de Disintegration (1989), obra maestra de The Cure, y vale decir que los cuatro cameos, dentro de todo, no se sienten tan forzados como uno podría esperar, hablamos primero de Hewitt y Prinze, refritados en tanto “agentes del saber” que ayudan a los jóvenes a identificar al nuevo psicópata porque Willis se supone que falleció, y segundo de Norwood y una insólita Gellar que aparece rejuvenecida digitalmente, para lucir como aquella versión de mediados de los 90, en una pesadilla involuntariamente graciosa de Richards en sintonía con Twin Peaks (1990-1991), la serie de Mark Frost y David Lynch para la cadena ABC. En esta ocasión se pretende analizar de manera atolondrada el clasismo, la memoria social, la morbosidad nostálgica del Siglo XXI y una gentrificación homologada a esa industria del turismo que adora borrar el pasado o por lo menos barrerlo bajo la alfombra, amén de un intento automatizado y estéril por desempolvar el erotismo videoclipero/ publicitario símil belleza prefabricada de tetas prominentes, ombligos al aire y unas cuantas piernas y culos. Por momentos el producto aburre porque los personajes son anodinos, totalmente incapaces de encontrar su propia voz -como la realización en su conjunto- por fuera de su condición de espejos de los años 90, y para colmo nos chocamos con un poco memorable desenlace de revancha, como decíamos antes, construido a través de un par de secuencias que no llegan al nivel de la persecución ultra desquiciada del trabajo de Gillespie a lo largo y ancho del barco pesquero de Willis…

 

Sé lo que Hicieron el Verano Pasado (I Know What You Did Last Summer, Estados Unidos/ Australia/ Canadá, 2025)

Dirección: Jennifer Kaytin Robinson. Guión: Jennifer Kaytin Robinson y Sam Lansky. Elenco: Madelyn Cline, Chase Sui Wonders, Jonah Hauer-King, Tyriq Withers, Sarah Pidgeon, Billy Campbell, Jennifer Love Hewitt, Freddie Prinze Jr., Sarah Michelle Gellar, Brandy Norwood. Producción: Neal H. Moritz. Duración: 111 minutos.

Puntaje: 4