Dibujos Imaginarios (Sketch)

Las buenas intenciones no alcanzan

Por Emiliano Fernández

Al Hollywood tradicional le importa un comino el público fundamentalista cristiano, un sector importante en yanquilandia y algunos otros países, porque desde hace décadas se enfoca en tanques para el espectador globalizado y considera que los mercados de China y el Tercer Mundo son primordiales para acrecentar las ganancias, ya sea en streaming o en salas tradicionales. La principal empresa actual del cristianismo ortodoxo norteamericano es Angel Studios, compañía fundada en 2014 como VidAngel por un puñado de lunáticos del mormonismo, en términos concretos el Movimiento de los Santos de los Últimos Días, con la idea de ofrecer un servicio de filtrado que censuraba las películas permitiendo al usuario silenciar o saltarse el lenguaje soez, la violencia y los desnudos. Los gigantes de Hollywood no tardaron en demandar para llevarse una tajada del asunto y finalmente se llegó a un acuerdo en 2020, momento en el que VidAngel se transformó en Angel Studios con el objetivo de producir contenido propio en vez de andar negociando acuerdos con el oligopolio clásico del mainstream estadounidense, así los mormones lograron un par de éxitos locales que ratificaron el rumbo elegido y abrieron nuevas perspectivas económicas para el grupete, Dry Bar Comedy (2017-2025), un ciclo de stand-up sanitizado/ limpio, y The Chosen (2017-2025), otra de las tantísimas series de TV sobre el devenir de Jesucristo.

 

En realidad Angel Studios no logró salir del nicho religioso estándar hasta su metamorfosis completa desde la censura hacia la producción y/ o distribución basada en financiamiento colectivo/ crowdfunding/ micromecenazgo, en este sentido su hit planetario fue Sound of Freedom (2023), realización muy mediocre de Alejandro Monteverde sobre el payaso Tim Ballard y su cruzada contra la trata de blancas antes de ser expulsado por los mormones a raíz de múltiples acusaciones de conducta sexual inapropiada. Sound of Freedom, con un costo de 14 millones de dólares y una taquilla de 251 millones, le otorgó a la empresa un margen de maniobra muy grande para comprar otros films a productoras independientes y reeditarlos -sin insultos, gore o algún cuerpo a la intemperie- con vistas a una distribución mundial destinada al segmento cristiano, en esencia logrando imponer su marca a través de una apertura en géneros que va más allá de lo bíblico esperable símil The King of Kings (2025), opus animado de Jang Seong-ho, pensemos para el caso en la ciencia ficción de The Shift (2023), de Brock Heasley, la faena de aprendizaje/ coming-of-age de Brave the Dark (2023), de Damian Harris, el retrato histórico de Cabrini (2024), asimismo del mexicano Monteverde, el thriller de Bonhoeffer (2024), de Todd Komarnicki, aquel cine catástrofe de Homestead (2024), de Ben Smallbone, y el drama de The Last Rodeo (2025), de Jon Avnet.

 

La reciente aparición de The King of Kings y Dibujos Imaginarios (Sketch, 2024), obra que nos ocupa escrita y dirigida por el debutante Seth Worley, pone en primer plano la idea de Angel Studios de competirle de igual a igual a Hollywood en el rubro más redituable del mercado desde la década del 80, el segmento familiar/ infantil, aunque vale aclarar que el trabajo de Worley, quien por cierto reconoció que los mormones redujeron la violencia y eliminaron las puteadas de su film, exacerba el planteo de base porque el sustrato cristiano sermoneador de la odisea animada de Jang aquí brilla por su ausencia. Basada en un corto del propio cineasta, Darker Colors (2020), Dibujos Imaginarios es otra propuesta anodina de Angel Studios que en este caso no llega a ser mala pero tampoco buena en su pretensión de refritar a escala espiritual la fantasía ochentosa de E.T. the Extra-Terrestrial (1982), de Steven Spielberg, The Dark Crystal (1982), de Jim Henson y Frank Oz, Gremlins (1984), de Joe Dante, y The NeverEnding Story (1984), de Wolfgang Petersen, algo que ya viene obsesionando al cine contemporáneo como lo demuestran The Legend of Ochi (2025), de Isaiah Saxon, Night of the Zoopocalypse (2024), de Ricardo Curtis y Rodrigo Pérez-Castro, Sting (2024), de Kiah Roache-Turner, y Vermines (2023), de Sébastien Vanicek, entre otros convites que retomaron el núcleo discursivo de una familia o toda una comunidad en crisis.

 

El relato se centra en un par de hermanos, Jack (Kue Lawrence) y Amber (Bianca Belle), que acaban de perder a su madre, viven con un padre un tanto abúlico, Taylor Wyatt (Tony Hale), y descubren un estanque mágico que repara, cura, revive y hasta crea duplicados de cualquier cosa o ser que toca el agua, por ello cuando Amber accidentalmente deja caer su cuaderno de dibujos, repleto de garabatos aterradores porque suele canalizar su dolor con los lápices, del espejo cristalino surge una colección de monstruos que nos dejan con dos pandillas cruciales, la de Taylor y su hermana, la agente inmobiliaria Liz (D’Arcy Carden), y aquella otra de los dos purretes más el bully oficial de la mocosa, Bowman Lynch (Kalon Cox), quienes en conjunto pretenden sobrevivir y combatir la invasión. Worley exuda buenas intenciones y reflexiona sobre la costumbre masculina de ocultar las emociones y la pena, en contraposición a la tendencia rosa a ventilar dichos menesteres, sin embargo no puede esconder que los CGIs y las actuaciones resultan pésimos, la premisa le debe mucho a Pixels (2015), bodrio de Chris Columbus, y la escena del autobús escolar remixa lo hecho por Víctor Salva en Jeepers Creepers 2 (2003), para colmo el también productor Hale se encargó de subrayar que el film es una mixtura bastante literal de Jurassic Park (1993), de Spielberg, e Inside Out (2015), aquella maravilla de Pete Docter y Ronnie Del Carmen…

 

Dibujos Imaginarios (Sketch, Estados Unidos, 2024)

Dirección y Guión: Seth Worley. Elenco: Bianca Belle, Kue Lawrence, Kalon Cox, Tony Hale, D’Arcy Carden, Jaxen Kenner, Genesis Rose Brown, Randa Newman, Allie McCulloch, Nadia Benavides. Producción: Tony Hale, Steve Taylor, Daryl C. Lefever, Dusty Brown y Katelyn Botsch. Duración: 93 minutos.

Puntaje: 4