Teenage Fanclub, la legendaria banda escocesa de power pop y distorsiones noise que influenció a gran parte de la escena rockera de principios de los años 90, visitó por primera vez Buenos Aires ofreciendo un recital perfecto para su selecto grupo de fanáticos el pasado 9 de septiembre en el Complejo Art Media en el marco de su gira sudamericana auspiciada por el Primavera Club.
Aunque nunca logró el éxito masivo conseguido por muchos de sus admiradores, como Liam Gallagher con Oasis o Kurt Cobain con Nirvana, Teenage Fanclub encontró su lugar en el entramado musical de fines del siglo pasado gracias a su gran debut, A Catholic Education (1990), trabajo que les abrió las puertas del sello Creation Records, una compañía discográfica independiente en crecimiento que saltaría a la fama junto a bandas que hoy son emblema del Reino Unido como Oasis, Primal Scream y The Jesus and Mary Chain.
Aunque en varias oportunidades estuvieron a punto de venir a Buenos Aires, su llegada siempre se frustró y el público argentino tuvo que arrimarse a Brasil para verlos. Su arribo viene de la mano de su disco Nothing Lasts Forever (2023) y con una nueva formación que incluye al tecladista Euros Childs, el galés que encabeza Gorky’s Zygotic Mynci, junto a Norman Blake y Raymond McGinley, los compositores y líderes de la banda, el baterista Francis Macdonald y Dave McGowan, originalmente el tecladista desde su llegada en ocasión de Shadows (2010) y ahora en el bajo desde la aparición de Childs.
En su paso por Buenos Aires, Teenage Fanclub recorrió toda su discografía durante una hora y media para deleite de sus seguidores, comenzando por Tired of Being Alone, el segundo tema de su última obra, Nothing Lasts Forever, composición melancólica de McGinley en la que la banda recupera el sonido más folklórico del rock de los años 60, para continuar con About You, otro tema de McGinley y una de las canciones más emblemáticas de la banda, del disco Grand Prix (1995), uno de los álbumes más exitosos de los muchachos de Glasgow, que consiguió su cometido, alentar al público a entrar en el recital con entusiasmo, corear el nombre del grupo, emocionarse con ver a su banda favorita por primera vez y saltar, cantar y bailar al ritmo de las obras de este gran colectivo escocés.
A partir de allí el recital alternó canciones de todas las épocas, haciendo hincapié en su disco más conocido y aclamado por los fanáticos, Bandwagonesque (1991), del que interpretaron varios clásicos indelebles de Norman Blake, Alcoholiday, Metal Baby, What You Do to Me y The Concept, con la que cerraron la primera parte del show, canciones que hicieron bailar y emocionar a todos los presentes, al igual que Neil Jung, de Grand Prix. Pero también hubo tiempo para que Blake y McGinley se lucieran con canciones de Thirteen (1993), otro de los grandes discos de Teenage Fanclub lleno de pequeñas obras maestras del dúo compositivo como The Cabbage y 120 Mins.
Algún fanático puede señalar que faltaron algunas canciones como la bella Star Sign, de Bandwagonesque, pero Teenage Fanclub no defraudó proponiendo un recital austero, sin pantallas, sin efectos, tan solo con su música como convite. También Songs from Northern Britain (1997), otro disco de tensión entre armonías y distorsiones, tuvo un gran protagonismo con temas como I Don’t Want Control of You, It’s a Bad World e Your Love Is the Place Where I Come From, que levantaron la temperatura y la algarabía del público convocado al Complejo Art Media.
Childs se lució con los teclados psicodélicos que lo caracterizan en los temas de los dos últimos discos de la banda, Endless Arcade (2021) y Nothing Lasts Fovever, de los que tocaron el tema homónimo del primero, disco compuesto y terminado antes de la pandemia pero lanzado recién en 2021 debido a las restricciones, Everything Is Falling Apart, también de Endless Arcade, y Middle of My Mind, del último, un tema melancólico de McGinley y tan apacible como el romántico I’m in Love, de Blake, del álbum Here (2016).
Otro de los grandes momentos del recital fue durante It’s All in My Mind, de Man-Made (2005), uno de los mejores temas de la banda fuera de la década del noventa y a esta altura uno más de sus himnos power pop, al igual que The World’ll Be OK, canción incluida en la compilación Four Thousand Seven Hundred and Sixty-Six Seconds: A Short Cut to Teenage Fanclub (2003), su placa de grandes éxitos.
Luego de un breve intervalo para permitirle al público vitorear el nombre del grupo y pedir los bises de rigor, Teenage Fanclub regresó para tocar un hermoso tema más de Endless Arcade, Back in the Day, y otra canción de su último trabajo, Falling into the Sun, dejando para el final Mellow Doubt, de Grand Prix, y Everything Flows, su primer single, el demoledor segundo tema del primer álbum de la banda con una pared de guitarras perfecta para cerrar una noche de canciones extraordinarias de parte de uno de los colectivos más aclamados de la escena de Glasgow, poco reconocido fuera de sus pagos, que influenció a toda una generación con sus discos y en el ámbito argentino a bandas como Menos que Cero y Valle de Muñecas, de Mariano “Manza” Esain, pero también a muchos otros grupos de los 90 como Avant Press, la primer banda de Leo García, quienes reconocieron la inspiración de esas distorsiones de Teenage Fanclub fundidas en hermosas canciones de rock.
Teenage Fanclub en C Art Media. 09-09-25.
Norman Blake: voz y guitarra.
Raymond McGinley: voz y guitarra.
Euros Childs: teclados.
Dave McGowan: bajo.
Francis Macdonald: batería.