Jim Henson: La Audacia de las Ideas (Jim Henson: Idea Man, 2024), estudio centrado en el titiritero más famoso de Estados Unidos y uno de los más revolucionarios del mundo porque logró romper el estereotipo que vinculaba a las marionetas con el público infantil, viene a cerrar una suerte de trilogía de documentales de alto perfil de Ron Howard, aquella que empezó con The Beatles: Eight Days a Week- The Touring Years (2016), trabajo acerca del período de shows en vivo de la carrera del célebre cuarteto de Liverpool que va desde 1963 hasta 1966, y continuó con Pavarotti (2019), retrato pormenorizado de la trayectoria y vida en general del tenor italiano. Si bien Howard encaró otros tres documentales atendibles en el Siglo XXI lo cierto es que caen unos cuantos escalones por debajo en términos de calidad porque en esencia nos reenvían al eterno sustrato errático de su devenir ficcional, la rama más trabajada por el señor a lo largo de su derrotero artístico dentro de un esquema en el que films estupendos se codean con obras apenas correctas, unas cuantas mediocres y hasta un puñado de epopeyas francamente insoportables que ejemplifican los sinsabores del Hollywood de pretensiones populares desde los años 80 hasta el presente, en este sentido su vertiente documental accesoria incluye a Hecho en América (Made in America, 2013), opus acerca de ese festival musical del mismo nombre fundado en 2012 por Shawn Corey Carter alias Jay-Z, Reconstruyendo el Paraíso (Rebuilding Paradise, 2020), faena que sigue los intentos por levantar de nuevo el pueblito californiano del título después de los incendios forestales que padeció el Estado durante 2018, y Alimentamos a la Gente (We Feed People, 2022), odisea sobre el trabajo de World Central Kitchen, la organización no gubernamental del chef español José Andrés que suele trabajar en zonas de desastres naturales o bélicos que padecen hambruna o escasez de alimentos, famosa entidad que por cierto perdió a siete colaboradores en 2024 a manos de los bombardeos asesinos de Israel en la Franja de Gaza.
Howard recorre todos los lugares ineludibles de la carrera de Henson, comenzando por su ingreso al mundo de los títeres en la década del 50 con el objetivo de eventualmente poder saltar a la televisión, por entonces un medio joven abierto a la experimentación y con posibilidades expresivas y de masificación nunca antes vistas. En primera instancia creó a los Muppets, una combinación de marionetas propiamente dichas (manipulación con hilos desde arriba) y títeres de guante o varillas (manipulación desde abajo), y junto con la que sería su esposa, Jane Ann Nebel, logró colar en la TV norteamericana un segmento de cinco minutos bautizado Sam y Amigos (Sam and Friends, 1955-1961), donde efectivamente nació la legendaria Rana René (Kermit the Frog), el personaje más popular y maestro de ceremonias por antonomasia de este universo de gomaespuma flexible cubierta de tela de Henson. El grueso de los años 60 fue un período bastante deprimente en la vida de Jim porque padeció el reduccionismo conceptual del mainstream estadounidense que vinculaba a sus criaturas, de hecho, con lo caricaturesco más lelo o redundante símil dibujos animados pueriles, por ello se tuvo que consagrar a rodar cortos publicitarios para sobrevivir mientras despuntaba su vicio, la creación iconoclasta sin censura, a través de una serie de pequeñas películas avant-garde como las maravillosas Drums West (1961), Shearing (1962) y Robot (1963), las tres animadas de manera muy artesanal, Piezas del Tiempo (Time Piece, 1965), sin duda su obra maestra en el cortometraje de live action y una de las joyas surrealistas de aquella producción artística de marco indie bien sarcástico, y los episodios para la antología NBC Experiment in Television (1967-1971), Juventud del 68: Todo Está Cambiando… o tal vez no (Youth 68: Everything’s Changing… or Maybe It Isn’t, 1968), un collage documental que combinaba la psicodelia con lo testimonial altisonante de la contracultura, y El Cubo (The Cube, 1969), deliciosa comedia negra en torno a la claustrofobia laboral posmoderna.
Su llegada a Plaza Sésamo (Sesame Street, 1969-2024), un programa al que ayudó a crear junto con Joan Ganz Cooney y Lloyd Morrisett, provoca una revolución ya que la presencia de sus personajes de felpa lleva a otro nivel de ternura y picardía el dejo híbrido de fondo, en esencia amalgamando la televisión comercial infantil con metas de educación preescolar que resultan inéditas para su época y mucho más viéndolas desde toda esa basura cultural del nuevo milenio dirigida al segmento pueril del mercado. Amén de un intento fallido de acoplarse al humor de la primera temporada de 1975 y 1976 de Saturday Night Live, donde no le permitían escribir sus guiones, durante la primera mitad de los 70 Henson intentó una y otra vez que las grandes cadenas de televisión de yanquilandia le produjesen un programa basado exclusivamente en sketchs anárquicos alrededor de los Muppets, sin embargo fue el productor británico Lew Grade, un veterano del gremio asentado en Londres, quien puso el dinerillo necesario para que se pudiese hacer El Show de los Muppets (The Muppet Show, 1976-1981), bello delirio de variedades con aires de circo, musical, slapstick, surrealismo y comedia absurda que se extendió a lo largo de cinco temporadas orientadas a adultos y niños por igual. Jim, siempre inquieto y secundado por su socio crucial desde principios de los 60, Frank Richard Oznowicz alias Frank Oz, imprevistamente abandona aquel éxito mundial rodado en Inglaterra para encarar El Cristal Encantado (The Dark Crystal, 1982), una obra maestra extraordinaria que al igual que su secuela espiritual, Laberinto (Labyrinth, 1986), no tuvo la recepción esperada debido al mismo conservadurismo del público, prensa y directivos del mainstream anglosajón con el que Henson había batallado toda su vida, por ello regresó a la TV para Los Fráguel (Fraggle Rock, 1983-1987), El Cuentacuentos (The Storyteller, 1987-1989) y La Hora de Jim Henson (The Jim Henson Hour, 1987-1992), sus últimas joyas antes de morir en 1990 a los 53 años de edad por una neumonía bacteriana.
Howard, con mucho presupuesto detrás y el apoyo de la familia del fanático del vodevil, se luce con una edición hiperquinética y unas animaciones en stop motion construidas a partir de dibujos de Henson, amén de lo esperable, nos referimos a un lindo volumen de material de archivo -palabras reveladoras de Jim y su esposa incluidas- y entrevistas sentidas a Oz, los vástagos Brian, Heather y Lisa y colaboradores como Jennifer Connelly, protagonista de Laberinto junto con David Bowie, y Rita Moreno, uno de los múltiples invitados de los que se nutrió El Show de los Muppets, pensemos por ejemplo en Roger Moore, Raquel Welch, Steve Martin, Diana Ross, Alice Cooper, Harry Belafonte, Julie Andrews, Mark Hamill, Liza Minnelli y Elton John, entre muchos otros. El ritmo furioso y la continua celebración de la creatividad, el inconformismo y la afectuosa imaginación de Henson son jugadas que ocultan un problema de siempre de todos los retratos de Jim, algo que desde ya supera al director y su guionista, el muy prolífico Mark Monroe, y que tiene que ver con el misterio en torno a las motivaciones últimas de Henson, un señor enigmático, tímido y humanista que creó un imperio alrededor de las marionetas, como decíamos antes hasta ese punto consideradas nimias por la industria cultural de buena parte del planeta, en este sentido nuestro titiritero workaholic se nos aparece de manera tácita como un creador irrefrenable que jamás se dormía en los laureles, siguió manipulando los muñecos en todo momento e incluso compró los derechos de El Cristal Encantado, El Show de los Muppets y las dos primeras películas de la franquicia, Llegan los Muppets (The Muppet Movie, 1979), de James Frawley, y La Gran Aventura de los Muppets (The Great Muppet Caper, 1981), del propio Jim, luego sucedidas por Los Muppets Conquistan Manhattan (The Muppets Take Manhattan, 1984), film de Oz que fue lo último de la saga en contar con el aporte de este artista total, poseedor de unas astucia y valentía gloriosas como pocas veces se ha visto…
Jim Henson: La Audacia de las Ideas (Jim Henson: Idea Man, Estados Unidos, 2024)
Dirección: Ron Howard. Guión: Mark Monroe. Elenco: Jim Henson, Frank Oz, Jennifer Connelly, Rita Moreno, Brian Henson, Heather Henson, Lisa Henson, Orson Welles, Jane Henson, Dave Goelz. Producción: Ron Howard, Brian Grazer, Mark Monroe, Christopher St. John, Seamus Walsh, Justin Wilkes, Chris Finnegan, Mark Caballero, Margaret Bodde y Sara Bernstein. Duración: 108 minutos.