La noche porteña de principio de Siglo XXI post Cromañón dejó un montón de sinsabores y grandes alegrías en la radiografía de la Ciudad de Buenos Aires. Entre las segundas se destacó la aparición del legendario bar glam y drag Kim y Novak, ubicado en su cónclave estratégico de Godoy Cruz y Güemes, en el corazón del barrio de Palermo, muy cerca del Salón Pueyrredón, reducto anarquista de la Avenida Santa Fe y Godoy Cruz, calle en la que las chicas trans realizaban su trabajo sexual nocturno, un escenario que otorgaba una energía vibrante al conocido bar de Marcelo Bosco y Jo Johannes, dos directores de arte y publicidad latinoamericanos que crearon un estilo único.
El realizador argentino radicado en Estados Unidos Sergio Bonacci Lapalma recupera esta energía en BJ: La Vida y Locuras de Bosco y Jojo (BJ: The Life and Times of Bosco and Jojo, 2022) con la idea de retratar a Bosco y Jojo, dos profesionales que inspiraron y dejaron una marca indeleble en el ámbito creativo publicitario latinoamericano. El documental hace un recorrido por la caótica vida creativa y privada de ambos personajes a través de anécdotas acontecidas en Kim y Novak que tienen ramificaciones hasta las entrañas de Hollywood.
Con un ritmo vertiginoso, el documental refleja fielmente el primer decenio del Siglo XXI, una etapa marcada por la decadencia del modelo neoliberal que derivó en el desastre económico y social del 2001 y en la recuperación económica post 2003, esa que envalentonó a una juventud deseosa de soltarse y de recordar que los fines de semana podían ser sinónimo de diversión. Sergio “Chapete” Bonacci Lapalma reside en los Estados Unidos, es la cara visible de la Fundación Make Art Not War y narra aquí cómo fueron las vicisitudes a la hora de capturar en film al dúo dinámico de la publicidad.
¿En qué momento pensaste en comenzar el proyecto de BJ: La Vida y Locuras de Bosco y Jojo?
Ellos se habían contactado conmigo a través del sitio web Craigslist, yo tenía un anuncio porque estaba buscando un productor para Maciel, la película que está dentro de mi película. Yo tenía experiencia porque había trabajado en Soy Ringo (2014), documental de José Luis Nacci sobre Ringo Bonavena, que habíamos filmado en Estados Unidos. Nos tocó estrenar el film en el Festival de La Habana. Tuvo un recorrido interesante. El documental tocó un nervio importante, especialmente en la gente que le gusta el boxeo. Volviendo a BJ, después de combinar por Craigslist, nos encontramos en la casa de los productores con el abogado de los chicos y fue todo un caos desde el principio ya que discutieron feo, pero la onda de ellos es así. En primer lugar, no sabía mucho de ellos. Empezamos a tener la rutina de juntarnos, pero la verdad es que fue muy difícil trabajar y organizarnos. Aunque debo decir que me pareció genial aprovechar al máximo nuestro tiempo, ya que me gusta mucho el cine documental. Entonces grabé todo lo que sucedía cuando estábamos juntos: en caso de que no se materialice la película Maciel, ya teníamos un montón de material para el “making-of”. Con el correr del tiempo me fueron pasando material de archivo. Lo que es interesante es que en Maciel se reescriben ellos mismos, pero en clave de ciencia ficción. O sea, para hablar mal y pronto, el personaje que hace Leticia Bredice encarna un poco lo que es Bosco. Es como Los Simpsons pero jugando a ser ellos mismos. Me pareció interesante que si la gente ve un documental de ellos, al mismo tiempo va a conocer a estos personajes de manera genuina y visceral.
¿Cómo ibas eligiendo el material para trabajar, qué mostrar y qué no mostrar para formar una línea discursiva?
Tenía un guión que seguí hasta cierto punto, una vez que pasó el tiempo empecé a jugar con todo el material que me dieron, una catarata de VHS que desgrabé y una gran cantidad de material de archivo que estaba disponible en distintas plataformas. Hubo un nivel de imprevisibilidad muy grande porque siempre terminaban pasando cosas. Filmarlos a ellos fue como estar en un safari, viendo a un animal en su estado natural y no saber muy bien lo que va a pasar. Son como niños, les gusta divertirse y pasarla bien. Muy genuinos y me animaría hasta decir, inocentes. Bosco en la película queda retratado como una especie de cascarrabias, pero al mismo tiempo está en un pedestal, es una especie de chamán al que todo el mundo le hace caso porque emana una energía única.
¿Cómo fuiste copiando y pegando los testimonios para tratar de recrear el universo de Kim y Novak y Popa, la galería de arte, a partir de la aparición de un conglomerado de personajes que no tienen nada en común pero a la vez son parte importante de la película?
Según mi perspectiva, el documental tiene que ser personal, hacer cine no es sólo hacer una película para ir a un festival. Con el artista norteamericano Darin Wixon, quien aparece en el film, fuimos muy amigos y fue la inspiración principal para poder terminar la película. Realmente me quitó un poco la inseguridad que tenía. Después del deceso de Wixon empecé a trabajar muy fuerte, a mí me interesaba mucho su historia. Quería que no pasase inadvertido. El testimonio en la película es desgarrador y angustiante, pero le da un poco de estabilidad a la narración. Él realmente admiraba a los chicos, a Bosco y JoJo. La madre de Bosco también falleció en el transcurso de la producción. Traté de no dejar nada afuera y de construir un retrato de todos los que formaron parte, desde cómo Bosco y Jojo se conocieron, de su vertiginosa carrera publicitaria, hasta Kim y Novak y el emprendimiento actual, Popa, la galería en el barrio de La Boca.
¿Cómo fue la crítica y qué pensás de cómo quedó el producto final, cómo fue la llegada a la gente?
El documental tiene una narrativa no terminada pero bueno, son ellos al final de cuentas. La gente se divierte y se caga de risa. Lo presenté en Portugal, creo que había sólo un argentino. Muchos me dijeron que fue una de las mejores propuestas del festival. Se ve que a la gente que se dedica al arte le tocó un nervio muy sensible. En este festival había algunos pesos pesados de la industria. La gente se termina encariñando con Bosco y Jojo.
¿Cómo sigue el plan de la presentación de la película?
Está próxima una presentación en el Festival Asterisco, en el MALBA, también se viene una proyección en Mendoza. Vamos a mostrarla hasta dónde se pueda.