Sunshine Rock, de Bob Mould

Bob Mould ruge de nuevo

Por Damián Jarpa

En su decimotercero trabajo como solista, Sunshine Rock (2019), Bob Mould se despacha con una ráfaga de empalagosas canciones en tiempo récord -apenas 36 minutos- que funcionan como un nuevo eslabón de la etapa que abrió el disco Silver Age en 2012, un flamante comienzo para un solista de larga trayectoria que supo liderar Hüsker Dü, la mítica banda punk de la escena indie de los ochenta.

 

En esta nueva faceta se dedica a volcar su experiencia de vivir en Berlín desde 2016, un cambio radical teniendo en cuenta que Mould nació en un pequeño pueblo al este del estado de Nueva York. Su mudanza a Berlín vino cargada con una gran cantidad de novedades personales como el fallecimiento de sus padres en muy poco tiempo y la desaparición física de quien fuera su amigo y compañero de banda en Hüsker Dü, Grant Hart, con quien tuvo diversos altercados a lo largo de los años. En el plano discográfico, durante 2017 el sello Numero Group editó una caja compilatoria en forma de legado del trabajo del trío punk de Minneapolis titulada Savage Young Dü.

 

Volviendo a Sunshine Rock, las primeras canciones del disco pasan veloz pero contundentemente, como una trompada en el mentón en el primer round. La canción homónima y What Do You Want Me to Do se anotan como las más tozudas y ortodoxas del disco, que repiten un poco la fórmula que es marca registrada de Mould. La avasallante Thirty Dozen Roses es una clásica representación de lo que Mould puede realizar de manera sobresaliente. Calculada con frialdad y acompañada de un gancho certero, hablamos de una pesada melodía que dura menos de tres minutos y va directo al grano. A medida que promedia el disco se encuentran algunas perlas como Camp Sunshine, una invitación a la reflexión y la profundización del cambio radical que realizó con más de cincuenta años en una canción que describe crudamente Berlín y su nuevo círculo de amigos. Y de quiénes ya no están Mould repite con algo de resignación: “siempre trata a tus amigos con amor y respeto, agradece siempre y no te olvides de decir por favor”, tal vez haciendo referencia a su agría relación con los otros miembros de Hüsker Dü.

 

Lost Faith, el primer corte del disco, suena en principio como un tema que podría haber estado en el álbum File Under: Easy Listening (1994), de su banda de los años noventa, Sugar. Sin embargo, la temática hace referencia al mundo que vivimos hoy en donde cada objeto electrónico que tocamos es sinónimo de un aparato de vigilancia, el famoso Gran Hermano del cual hablaba George Orwell en la novela distópica 1984.

 

Para finalizar, la súper pegajosa Western Sunset es algo inusual ya que cuenta con la asistencia de la Orquesta de la Televisión de Praga. La dualidad que conjugan el arreglo de cuerdas y el ataque imparable de la columna vertebral de la banda de Mould es una verdadera rareza dentro de su discografía, producto del aporte del bajista Jason Narducy y el baterista Jon Wurster. Este es un disco donde reina la coherencia y la solidez, como si se tratase de una anomalía, o una isla extraña, que desaparece tan abruptamente que incita a buscarla de nuevo para determinar si no fue una simple alucinación.

 

Sunshine Rock, de Bob Mould (2019)

Tracks:

  1. Sunshine Rock
  2. What Do You Want Me to Do
  3. Sunny Love Song
  4. Thirty Dozen Roses
  5. The Final Years
  6. Irrational Poison
  7. I Fought
  8. Sin King
  9. Lost Faith
  10. Camp Sunshine
  11. Send Me a Postcard
  12. Western Sunset