La cantidad de joyas de la literatura nunca publicadas en español es tan grande que cada tanto aparece alguna verdadera gema perdida que por alguna razón había quedado olvidada para las editoriales iberoamericanas en las arenas del tiempo literario. Por suerte hay editoriales independientes que se animan a buscar en los rincones de la literatura hasta encontrar estas rarezas.

A pesar de que Tapping the Source (1984), su primera novela, había sido finalista del National Book Award y había puesto de moda el policial surf que inspiró a W. Peter Iliff a escribir el guión de la película Point Break (1991), el film dirigido por Kathryn Bigelow, la novela de Kem Nunn no había logrado la atención de los editores en español. Haber recibido el Los Angeles Times Book Prize por su quinta novela Tijiana Straits (2014), o la exitosa adaptación de su última novela Chance (2014), en forma de serie, tampoco habían logrado que los editores iberoamericanos encontraran su obra publicable, ni tampoco sus contribuciones como guionista en la última temporada de la gloriosa serie Deadwood (2004-2006), y en Sons of Anarchy (2008-2014) y John from Cincinatti (2007). Afortunadamente la editorial independiente española Libros del Asteroide llegó hasta Kem Nunn y decidió enmendar esta deuda publicando Tapping the Source bajo el título de Huntington Beach con una traducción de la correctora de estilo, editora y traductora catalana Inés Marcos, ofreciendo por primera vez al lector en castellano la posibilidad de adentrarse en este vertiginoso policial ambientado en las playas del sur de California.

Huntington Beach comienza con la inesperada llegada de un joven surfista en un Camaro a un pequeño pueblo perdido en el desierto de California buscando a la familia de Ellen Tucker para informarles que ella ha desaparecido tras un viaje a México con un grupo de sufistas de Huntington Beach en el sur de California, para luego anotarle los nombres de Hound Adams, Frank Baker y Terry Jacobs, advirtiéndole que son sujetos peligrosos y que no le conviene hacer nada. Contra todo sentido común, Ike, el hermano de Ellen, un hábil mecánico de dieciocho años, parte hacia las playas californianas sin un plan concreto y con muchas dudas y un desconocimiento prácticamente total del mundo para hallar una hermana que se ha fugado hace años para buscar su camino fuera del polvoriento pueblo de San Arco, donde la madre de Ellen e Ike los abandonó. Así comienza la primera novela del creador del policial de surf o surf-noir, un género que tuvo su gran puntapié inicial gracias a la obra de Nunn, gran experto en la temática de turno.

En Huntington Beach los conocimientos mecánicos de Ike lo ponen en contacto con la comunidad motoquera y así conoce a Preston Marsh y su mecánico, Morris. Contra todas las recomendaciones de no hablar demasiado de la desaparición de su hermana y de tener cuidado, Ike le cuenta todo a Preston, un ex surfista profesional que ha participado como marine en la Guerra en Vietnam. Al principio Preston le sugiere al joven abandonar la búsqueda y que se largue, pero luego Preston cambia de opinión y toma a Ike como una especie de protegido y entabla una amistad con él, llevándolo a surfear varios días a unas playas alejadas en un terreno privado que Preston parece conocer muy bien. En el último día en el sitio Preston tiene una pelea con su antiguo colega, Terry Jacobs, que termina muerto varios días después en un altercado en un bar nuevamente con el motoquero. Cuando Preston termine en la cárcel por la muerte de Jacobs, la novia de Preston, Barbara, le contará a Ike muchas cosas del pasado de su nuevo amigo que se conectan con Hound y con la misteriosa desaparición de Ellen. A partir de allí la historia va hundiendo a Ike en el oscuro mundo de las pandillas y de los secretos que Preston y Hound esconden. En cada capítulo Ike descubre nuevas claves sobre la relación que unía a Preston con Hound Adams y Terry Jacobs, que involucra la muerte por sobredosis de la hermana de Adams, Janet, películas sobre surf y los siempre rentables negocios del tráfico de drogas y la pornografía.

Nunn construye a su protagonista, Ike, como un joven que descubre en Huntington Beach un mundo que lo encandila y una pasión que iguala su habilidad como mecánico, el surf. Pero también señala sus limitaciones, sus temores y su juventud con toda la ignorancia y la potencialidad que trae aparejadas. Preston, en cambio, es un hombre desencantado, que ha sido el héroe de las olas, pero que tras la muerte de la hermana de Hound no ha vuelto a ser el mismo. Hound es uno de esos gurúes del surf que viven como unos eternos jóvenes y para ello ha tomado decisiones que lo han llevado por un camino que ya no tiene vuelta atrás. Ike queda atrapado entre estos dos hombres, Hound y Preston, los surfers y los motoqueros, aunque también hay un dilema entre su primer amor, Michelle, una adolescente de dieciséis años con la que comienza una relación, y el recuerdo de su hermana, que cada vez parece más lejano.

En su improvisada y caótica investigación y atrapado entre sus dos padrinos, Preston y Hound, Ike abrirá una Caja de Pandora, desatando antiguos enconos que alteran la precaria estabilidad entre las distintas tribus locales de surfers, moteros, punks y latinos que conviven en Huntington Beach. Pero la verdad es mucho más siniestra que todo lo que Ike pueda llegar a imaginar, y encontrar las claves que le permitan desentrañar el misterio que envuelve la desaparición de su hermana le puede costar muy caro a él y a Michelle, atrapados en un juego del gato y el ratón por obra de Hound.

Los personajes de Hound y Preston funcionan como una especie de hermanos mayores para Ike, un joven que nunca ha conocido a su padre y que tan solo ha sido un acompañante en el asiento trasero de la vida de la hermana, abandonado por su madre con Gordon, su tío, y su abuela en un pequeño pueblo. La falta de una guía para convertirse en el hombre que quiere ser lo deja a merced de sus nuevos amigos, que ven en él al pasado que regresa una y otra vez para atormentarlos, recordándoles que las decisiones siempre tienen consecuencias.

Al igual que sus mentores literarios, Dashiell Hammett y Raymond Chandler, Nunn no tiene ningún temor de hablar de las relaciones incestuosas, de las familias quebradas por las heridas del pasado, ni del mundo de la pornografía y las drogas, ni de las adolescentes precoces y las sobredosis, o la desesperación de los ricos por mantener sus privilegios, ni ningún tipo de tabú, animándose a llegar hasta el fondo de la podredumbre humana y de la corrupción del dinero, siempre poniendo el dedo en la llaga hasta hallar sangre y dolor como un experto que ha visto el mal a la cara y ha regresado de la tierra baldía para contarlo.

Mientras que Ike es un ignorante de todo lo que ocurre y de por qué ocurre y Preston un paria que conoce los vericuetos de lo que se cuece en Huntington Beach, Hound es el falso visionario que vende su enfoque de hombre de mundo que ha comprendido cómo funciona la oferta y la demanda de todo y está dispuesto a aprovecharse de las oportunidades que el sistema le permite para enriquecerse. El dinero es solo un medio para Hound para conseguir mejores olas, tal vez también para olvidar algo que pasó hace mucho tiempo y que lo persigue al igual que a Preston. Ike, por su parte, es el testigo privilegiado de una disputa que parece datar de hace mucho tiempo y que tiene en su centro a un director de cine en desgracia, Milo Trax, pieza clave de un rompecabezas al que siempre le faltan fragmentos significativos, que no se terminan de revelar hasta el final del libro.

Esta novela de personajes quebrados por la vida, que acarrean sus heridas como pueden, está construida con el ritmo de un policial atrapante, creado con imágenes icónicas del surf, olas increíbles y personajes apasionantes y característicos de la época y del lugar que remiten a tipos de personalidades universales, el novato, los gurúes, el outsider, el paria, el benefactor, la mano derecha y la víctima, en una estructura clásica del policial negro actualizada a la década del ochenta, pero que se adapta perfectamente a la actualidad y sus vicisitudes y peligros. Nunn construye capas y subcapas de situaciones normales para ocultar la sordidez que se esconde en el corazón humano, trabajando muy bien en la creación de la psicología de los personajes, sin descuidar nunca los diálogos.

La droga como un anzuelo para atraer a jóvenes a organizaciones ilícitas y el derrotero de los adolescentes que escapan de sus casas en los pueblos pequeños, con la esperanza de encontrarse a sí mismos, descubrir el mundo y convertirse en alguien, son algunas de las instancias de la vida norteamericana que Kem Nunn aborda desde su pasión, el surf, desplegando sus conocimientos con elegancia, ofreciendo premios al lector avezado e iniciado en el surf, pero sin incomodar ni aburrir, al lector poco aficionado a este deporte.

Huntington Beach, el debut como novelista del escritor estadounidense Kem Nunn, fue publicado por primera vez en español por la editorial catalana Libros del Asteroide, poniendo a disposición del lector en castellano una de las obras más importantes de la novela negra de la década del ochenta,  que no tiene nada que envidiarle a las mejores obras del género.

Huntington Beach, de Kem Nunn, Libros del Asteroide, 2022.