De todas las películas posibles que podría haber creado Martin Scorsese para regresar a la convulsionada carrera de Bob Dylan, aquella que supo retratar previamente en la excelente No Direction Home: Bob Dylan (2005), centrada en el período que va desde su génesis como artista folk hasta su metamorfosis hacia la furia del rock y su conocido accidente de motocicleta de julio de 1966, sin lugar a dudas Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese (2019) es la más extraña y desconcertante tratándose del gran cineasta italoamericano, algo así como un pantallazo ultra freak alrededor de la gira norteamericana/ canadiense de 1975 y 1976 del título, planteo similar -aunque bastante más conservador y conciso- a lo que el propio Dylan realizó en ocasión de Renaldo and Clara (1978), ese mamut de casi cuatro horas que el cantante dirigió y escribió con la colaboración de Sam Shepard para luego de estrenarlo retirarlo casi de inmediato de las salas de cine; movida que derivó en una infinidad de versiones piratas posteriores de un opus de lo más caótico -y al mismo tiempo interesante- que reúne registros en vivo de los shows del tour, episodios ficcionales protagonizados por el legendario compositor, su esposa Sara y actores varios, y finalmente material documental de diversa índole, sobre todo concerniente al backstage de los recitales y escenas centradas en Rubin “Huracán” Carter, aquel boxeador negro de peso mediano que fue condenado injustamente por un triple homicidio, pasó casi 20 largos años en prisión e inspiró la canción homónima de Dylan correspondiente al disco Desire (1976).
Ahora bien, el presente trabajo de Scorsese para Netflix vuelve a combinar imágenes de las presentaciones en vivo (en esta oportunidad por supuesto mucho más “limpias” tanto en materia visual como sonora, todo en función de los avances tecnológicos y de una película con un presupuesto mayor en comparación al dinerillo del que Bob disponía en aquel momento), detalles documentales que funcionan como elementos contextualizadores (el director incluye un colorido acervo de la época que abarca el Bicentenario de los Estados Unidos, el repliegue militar yanqui en Vietnam, las pavadas chauvinistas de los jerarcas políticos de la etapa y la renuncia de 1974 de Richard Nixon a la presidencia debido al escándalo de Watergate), e insólitas secuencias ficcionales que han sido maquilladas como entrevistas comunes y corrientes (a los hilarantes y falaces testimonios de Sharon Stone como una groupie, Larry “Ratso” Sloman como un cronista de la Rolling Stone y de Martin von Haselberg como el director europeo del material fílmico original, Stefan van Dorp, se suman las palabras de Dylan, cuyas aseveraciones tajantes y desinteresadas por la andanada de conciertos difuminan aún más la línea divisoria entre realidad y ficción, instaurando un permanente delirio narrativo que sólo se rompe vía los recitales en sí y las interacciones del protagonista con todos los colegas artistas que supieron acompañarlo arriba y abajo del escenario en este periplo -a lo largo y ancho de su tierra natal y del vecino del norte- que se enfocó en espacios pequeños con vistas a privilegiar el contacto inmediato con el público).
Si bien es más que sabido que el tour en cuestión tomó la forma de una caravana que fue mutando de ciudad en ciudad y que incorporó a luminarias bien heterogéneas de la talla de Allen Ginsberg, Joan Baez, Roger McGuinn, Patti Smith, Joni Mitchell, Ronnie Hawkins, Ramblin’ Jack Elliott, Roberta Flack, Bette Midler y muchos más, algunos subiéndose al candelero y otros compartiendo momentos con los músicos por fuera de los shows, lo cierto es que el interés fundamental de Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese se condensa en las actuaciones de Dylan, cayendo todo el resto en el campo de lo anecdótico o lo poco desarrollado en términos del metraje: así como la realización en su conjunto duplica con astucia el humor ácido y en ocasiones lacónico de Bob, ese eterno mecanismo de defensa del norteamericano ante el acoso/ endiosamiento/ estupidización de sus fans y gran parte del ecosistema rockero con respecto a su persona, los recitales concretos estuvieron marcados por vocalizaciones poderosas, muchas gesticulaciones y una energía macro muy inusual para el quietismo lánguido estándar de Dylan, a lo que se sumó que el señor durante la gira solía pintarse el rostro de blanco, detalle que espantaba todavía más a los poquísimos admiradores que le quedaban dentro del folk ortodoxo local (el film vincula socarronamente el asunto a las mascaradas de Kiss sin embargo en verdad todo se debía a la presencia del mítico guitarrista Mick Ronson dentro de la banda, perteneciente a The Spiders from Mars, el grupo insignia del período glam del maravilloso David Bowie).
Es precisamente por la inusitada magia que se formaba gracias a Bob, Ronson y la genial violinista Scarlet Rivera que las presentaciones de Rolling Thunder Revue se abren camino como un ciclo de conciertos muy queridos por los fans históricos del señor, etapa aguerrida y ampulosa que se ubica luego de The Basement Tapes con The Hawks/ The Band y de los constantes cambios del grupo soporte entre 1967 y este presente de 1975/ 1976, y antes de la patética reconversión cristiana de fines de la década del 70, última ratificación en lo que atañe al carácter contradictorio de un artista que más que sólo atravesar diferentes etapas, demostró que jamás tuvo convicciones fuertes. Aquí el repertorio se centra especialmente en lo que después sería el Desire y en segunda instancia en clásicos ajenos, obras maestras propias de los 60 y cosillas varias del Blood on the Tracks (1975) y The Basement Tapes, sesiones que en esa época -en 1975, para ser más exactos- recibirían una edición oficial bien polémica porque el curador de turno, Robbie Robertson de The Band, decidió regrabar algunos pasajes del material original, omitir joyas como I Shall Be Released y Quinn the Eskimo (The Mighty Quinn) y encima agregar flamantes composiciones sin intervención alguna por parte de Dylan (de todas formas, aquel álbum doble resulta un buen ejemplo de una sutil “vuelta a las raíces” de un músico que no compartía nada con el rock psicodélico del momento y que en pleno frenesí reaccionario decidió refugiarse en 1967 en una casona pueblerina para zapar y zapar, a posteriori del célebre accidente de moto del año anterior).
Como decíamos al comienzo, si tenemos presente que el máximo responsable detrás de este montaje bizarro de material de archivo restaurado y entrevistas fraudulentas es el mismo señor artífice de trabajos documentales excepcionales de cadencia cinéfila y/ o melómana en sintonía con El Último Vals (The Last Waltz, 1978), A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies (1995), Mi Viaje por Italia (My Voyage to Italy/ Il Mio Viaggio in Italia, 1999), Feel Like Going Home (2003), la citada No Direction Home: Bob Dylan, Shine a Light (2008), A Letter to Elia (2010) y George Harrison: Living in the Material World (2011), está más que claro que Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese es un opus relativamente menor que intenta acoplarse a la idiosincrasia cáustica de Dylan -y a rasgos generales lo logra- en plan de homenaje/ parodia en torno a la figura de un artista con múltiples facetas como bien lo explicitó el propio retratado en su Renaldo and Clara, trabajo espejo del presente y bastante más alocado desde todo punto de vista. Más allá del prodigioso bagaje compositivo en sí que vemos desplegarse en las actuaciones en vivo y en aquella intimidad compartida por la troupe de la Rolling Thunder Revue, otra dimensión presente a lo largo de la película es -precisamente- la mundana prosaica que surge entre todos los colegas de esta deliciosa conjunción en el camino, sobre la que en buena medida cae el peso del aparato retórico satírico porque lo que en tantos otros documentales semejantes aparece como el espacio del relax y la afabilidad sin poses ni afectaciones del mundo del espectáculo, en esta ocasión se convierte en otro terreno más para el canibalismo apenas camuflado, la dicotomía comercio/ arte y una graciosa lucha de egos en la que la mentira, el silencio y el comentario lacerante son “la” moneda corriente…
Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese (Estados Unidos, 2019)
Dirección y Guión: Martin Scorsese. Elenco: Bob Dylan, Allen Ginsberg, Patti Smith, Martin von Haselberg, Scarlet Rivera, Joan Baez, Roger McGuinn, Sam Shepard, Sharon Stone, Joni Mitchell. Producción: Jeff Rosen y Margaret Bodde. Duración: 142 minutos.