Las Noches de Flores, de César Aira

Constelación Delivery

Por Martín Chiavarino

En Las Noches de Flores, César Aira crea una historia alrededor del colapso social y económico producto de las políticas iniciadas por la última dictadura cívico militar y su aceleración durante los años noventa. A través de Aldo y Rosa Peyró, una pareja de jubilados con una modesta pensión que decide trabajar repartiendo pizza por su barrio, Flores, se teje una novela que combina el costumbrismo y el policial con el surrealismo, pasando de uno a otro género en forma de fuga para descolocar al lector y reconfigurar la obra transfigurando a los personajes.

 

La novela, escrita durante la crisis post rebelión popular en diciembre de 2001, terminada a mitad del 2003 antes de la asunción de Néstor Kirchner y el retiro de la candidatura de Carlos Menem a la presidencia y publicada en 2004 por la editorial Mondadori, narra de forma magistral las consecuencias del retroceso del Estado para el desarrollo de una comunidad y las diversas manifestaciones sociales que se producen tras el estallido de todos los valores simbólicos que marcaban la etapa anterior.

 

La crisis que se condensa durante los años noventa y estalla en el 2001 crea las condiciones para nuevas formas de construcción social y Aira indaga en esas expresiones a través de una pareja de jubilados, un grupo de adolescentes que realizan delivery con sus motos y un juez de instrucción, su esposa, su hijo y sus amigos escritores y guionistas. La línea que divide las clases sociales es borrada de un plumazo por la crisis y nuevas formas de socialización se crean en la calle, lugar abandonado por el Estado y abierto a la apropiación, a los acontecimientos extraordinarios y a la sorpresa.

 

Mientras un grupo de jóvenes recorre las calles en sus motos con el sistema de reparto puerta a puerta de cualquier pedido de comida que los vecinos del barrio de Flores solicitan por teléfono a las rotiserías y heladerías asimilando y creando nuevas reglas del juego social, un par de jubilados caminan por las calles del barrio llevando pizzas con un sistema que los lleva más rápido que las motos. Lo que parece una escena cotidiana de jóvenes repartiendo pizza, empanadas y helados intervenida por un par de jubilados fuera de lugar se transforma en un procedimiento mediante el cual las rupturas que se suceden a intervalos regulares producen una metamorfosis del sentido de la historia a través de un juego entre elipsis y nueva información, que se adiciona al relato circularmente sin contradecir la narración lineal.

 

En este contexto el secuestro extorsivo y brutal asesinato de un joven repartidor, Jonathan, da pie a una investigación y a nuevas formas de apropiación de las calles, manifestaciones que tienen que ver con la nueva libertad producto de la rebelión de 2001 y sus esquirlas en el imaginario social. Aira juega así entre la realidad, su creación mediante los irrepetibles y efímeros acontecimientos sociales, su representación  y tamización por parte de los medios, y la repetición de un comportamiento carente de novedad y riesgo en la monótona vida contemporánea.

 

Aira decodifica la realidad como un intercambio simbólico en el que el delivery se transforma en un sistema de mensajería sobre el colapso institucional y social que posibilita el descreimiento de todo, la desintegración del tejido social y el agravamiento de la idiosincrasia cínica que caracteriza a la percepción argentina.

 

La investigación del asesinato del adolescente desenreda una trama oscura alrededor del barrio y sus túneles subterráneos que funciona como una metáfora de la cultura ilegal subyacente y de las prácticas furtivas que calan hondo en la sociedad y salen a la superficie con la crisis post 2001. Pero también permite un análisis sobre los fenómenos sociales, la percepción temporal y la visión de la policía y los fiscales sobre un crimen.

 

La novela encadena de esta manera a todos los personajes en un vórtice abierto por el crimen del joven repartidor, desnudando las percepciones para que cada uno de los protagonistas aparezca delante de sus cegueras y secretos más íntimos. Su lugar a dudas, Las Noches de Flores, recientemente reeditada por el Grupo Editorial Penguin Random House, no es solo una de las más interesantes novelas de Aira sino un documento sobre la crisis social y sobre la necesidad de expresión ciudadana y social que surgió de los acontecimientos que crearon las condiciones para la renuncia de dos presidentes en una semana.

 

Las Noches de Flores, de César Aira, Penguin Random House, 2017.