Bailarina (From the World of John Wick: Ballerina)

Destino o libre albedrío

Por Emiliano Fernández

El Hollywood del Siglo XXI suele ingeniárselas para destruir lo valioso en el corto plazo y por supuesto la única franquicia potable del cine de acción contemporáneo no iba a ser la excepción ni mucho menos, hablamos de la saga que comenzó con John Wick (2014), joya dirigida por Chad Stahelski, y continuó con tres secuelas muy amenas a cargo del mismo realizador y experto en stunts, John Wick 2 (John Wick: Chapter 2, 2017), John Wick 3: Parabellum (John Wick: Chapter 3- Parabellum, 2019) y John Wick 4 (John Wick: Chapter 4, 2023), seguidilla que fue aumentando en tamaño y ambición. Si bien las dos primeras partes resultaron por lejos las más disfrutables porque se enmarcaban dentro de un indie de género de lo más adusto y minimalista que hacía del desparpajo masculino su bandera, como decíamos antes los capítulos tercero y cuarto también lograron destacarse gracias al salto -éxito repentino a escala planetaria de por medio- hacia un mainstream que privilegió los presupuestos inflados y una idiosincrasia decididamente caricaturesca aunque sin jamás perder el horizonte espiritual o pivotes centrales de fondo, precisamente tanto el enfoque interpretativo ascético de Keanu Reeves, un veterano de todas las vertientes posibles de la industria cinematográfica, como esas prodigiosas e imaginativas coreografías en lo que a las escenas de puños, patadas y tiros se refiere, rubro también controlado por un Stahelski con un gran bagaje profesional en la materia ya que antes de reorientar su carrera hacia la dirección se dedicó durante años a todos estos menesteres, ganándose fama de visceralidad.

 

John Wick 4, de hecho, terminaba con el fallecimiento del personaje titular de Reeves pero la voracidad comercial de Hollywood todo lo puede -al igual que el conservadurismo de la prensa y el público del nuevo milenio, dos gremios repletos de imbéciles fundamentalistas adeptos a equiparar el arte y la cultura a productos anodinos en una cadena de montaje- y por ello nos chocamos con dos nuevos convites que hundieron lo que hasta este momento era una franquicia invicta, El Continental: Del Mundo de John Wick (The Continental: From the World of John Wick, 2023), serie demacrada de tres episodios para Peacock que oficiaba de precuela, y Bailarina (From the World of John Wick: Ballerina, 2025), flamante spin-off para las salas de cine que tiene mucho de intento desesperado en pos de sumar el público femenino a las huestes de la saga, en esta oportunidad a cargo de un Len Wiseman que terminó siendo reemplazado por el aquí supuestamente sólo productor Stahelski, el cual a su vez refilmó gran parte de la película sin autoacreditarse al punto de literalmente partir en dos los excesivos 125 minutos de duración, ahora con una segunda mitad en Hallstatt, un pueblito de Austria, bastante disfrutable y una primera parte soporífera que evidentemente quedó en manos de Wiseman, un autómata mainstream sin talento responsable de bodrios de la talla de Inframundo (Underworld, 2003), Inframundo: La Evolución (Underworld: Evolution, 2006), Duro de Matar 4.0 (Live Free or Die Hard, 2007) y El Vengador del Futuro (Total Recall, 2012), amén de mucho trabajo televisivo insípido o intercambiable.

 

La “no historia” se resume en una gesta de venganza por parte de Eve Macarro (Ana de Armas de mayor, Victoria Comte cuando niña), quien de jovencita se queda sin su padre, Javier (David Castañeda), cuando es asesinado por los guardias del Canciller (el veterano Gabriel Byrne, sin dudas uno de los alicientes más interesantes de la propuesta), líder de una organización criminal/ de sicarios conocida como el Culto que no vio con buenos ojos la fuga del hombre con su hija porque no quería una vida de homicidios en secuencia para la mocosa. Huérfana también de madre, Eve es rescatada del olvido por un Winston Scott (Ian McShane), jerarca de El Continental de Nueva York, que se la entrega a la mandamás del clan mafioso, gitano y bielorruso de su padre y del mismo Wick, la Ruska Roma, la enigmática Directora (Anjelica Huston), por ello se entrena como bailarina -la tapadera del asunto es una compañía de ballet- y asesina profesional bajo el halo de una mentora negra, Nogi (Sharon Duncan-Brewster). Desde ya que la señorita crece y con los años descubre la existencia del Culto y pretende revancha pero de manera un tanto tercerizada, adoptando la causa de Daniel Pine (Norman Reedus), hijo del Canciller que como Javier escapó con su retoño, Ella (Ava Joyce McCarthy), nena que Eve pretende proteger de su lúgubre abuelo en un periplo que la paseará por informantes varios y para colmo la llevará a conocer a su hermana mayor, Lena (Catalina Sandino Moreno), quien fuera abandonada por su padre en manos del Canciller y reconvertida en otra máquina de matar dentro del ámbito del Culto.

 

Bailarina resulta muy automatizada, hueca y previsible y sus problemas se condicen con diálogos mediocres, una introducción larguísima, demasiado preciosismo visual baladí, un melodrama risible ad infinitum, baches narrativos por todos lados y una trama calcada del Luc Besson obsesionado con el sicariato y regiones aledañas, aquel de Nikita (1990), El Perfecto Asesino (Léon, 1994), Lucy (2014) y Anna (2019). Más allá de las típicas citas cultas al paso de la saga, en sintonía con Piotr Ilich Chaikovski y Antonio Vivaldi o esos Andréi Tarkovski y Buster Keaton del ecosistema cinematográfico, y de cierto discurso orientado a pensar el límite entre la imposición, esa que suele maquillarse bajo la palabra “destino”, y la propia voluntad del sujeto, un libre albedrío que siempre está condicionado como eventualmente comprende Macarro, lo cierto es que al film hay que juzgarlo por el atractivo escénico de la protagonista, una De Armas que no descuella pero está bien, y por las mentadas secuencias de acción, un catálogo muy desparejo con tantos puntos a favor como en contra (los combates en el club nocturno del inicio, en El Continental de Praga y con el mismísimo Wick dejan mucho que desear, sin embargo se agradecen las refriegas en la armería con las granadas y en el restaurant, amén de detalles como la katana, los patines de esquí y los lanzallamas). La presencia de Reeves, Huston, McShane y el ya fallecido Lance Reddick como Charon suma carisma a un producto un tanto vacío y sin mitología propia ni razón de ser por fuera de su tenue conexión con las cuatro epopeyas originales…

 

Bailarina (From the World of John Wick: Ballerina, Estados Unidos/ Hungría, 2025)

Dirección: Len Wiseman. Guión: Shay Hatten. Elenco: Ana de Armas, Keanu Reeves, Gabriel Byrne, Anjelica Huston, Ian McShane, Ava Joyce McCarthy, Norman Reedus, Catalina Sandino Moreno, Victoria Comte, Sharon Duncan-Brewster. Producción: Chad Stahelski, Erica Lee y Basil Iwanyk. Duración: 125 minutos.

Puntaje: 4