Rock Hudson: All That Heaven Allowed

Diamante en bruto

Por Martín Toncini

Todo comenzó con el sueño de un diamante perfectamente tallado y brillante, la creación de un hombre perfecto, la personificación de la cultura americana, deseado y amado hasta donde el cielo le permitió.

 

Rock Hudson: All That Heaven Allowed (2023), de Stephen Kijak, es la nueva producción original que estrenó recientemente la plataforma HBO Max sobre la vida del icónico actor de Hollywood, un trabajo inspirado en All That Heaven Allows: A Biography of Rock Hudson (2008), de Mark Griffin, y sostenido sobre todo en sus colaboraciones con el director alemán Douglas Sirk, genio que lo transformó en el actor fetiche del último tramo de su trayectoria, retahíla que incluye desde trabajos menores como Has Anybody Seen My Gal? (1952), Taza, Son of Cochise (1954), Captain Lightfoot (1955) y Battle Hymn (1957), hasta obras maestras de la talla de Magnificent Obsession (1954), All That Heaven Allows (1955) y Written on the Wind (1957), un trío de joyas inconmensurables del melodrama.

 

Si bien el documental Rock Hudson’s Home Movies (1992), dirigido por Mark Rappaport, presentó un primer intento de construcción audiovisual, de manera más o menos organizada, alrededor de la vida de Hudson a través de distintos clips de películas estelarizadas por el actor, con la intención de poner en evidencia cómo su orientación sexual reprimida se manifiesta latente en algunas escenas, el asunto no estaba del todo desarrollado. Esta misma cuestión es recuperada en el film para HBO, tomando como hilo conductor del relato la intimidad del protagonista y la dificultad para hacer público su homosexualidad en un Hollywood dorado y conservador, mientras que rescata su talento actoral y exalta a su vez la calidad de algunos hitos de su carrera cinematográfica como Giant (1956), dirigida por George Stevens, o la en su momento incomprendida Seconds (1966), de John Frankenheimer.

 

La estructura narrativa se desenvuelve entre la imagen pública y aparentada de Hudson y la vida privada y desconocida de Roy Harold Fitzgerald, tal su nombre legal. La particularidad del film radica en la asertiva decisión de englobar varios testimonios de amigos, conocidos, amantes, actores, actrices, productores y directores, quienes entretejen su biografía aportando distintos puntos de vista sin perder el foco mientras se suceden las escenas de los films en los que actuó, a modo de afirmación o negación de lo que se está narrando. Este estilo que adopta la película, donde el actor parece hablarse a sí mismo, deja entrever algo que estuvo por mucho tiempo oculto para los espectadores, su voz como sujeto individual. Es decir, se desarticula la figura de Rock Hudson para poner de relieve su palabra entre distintos fragmentos que compaginados lo hacen decir todo lo que calló en su carrera. El material de archivo reunido -escenas originales, entrevistas y apariciones televisivas, grabaciones de audio, collage de fotos e informes gráficos de prensa, etc.- logra imponer a través de la edición ese nuevo significado que se nos quiere revelar: Rock Hudson interpretando a Rock Hudson en la actuación de su vida. El gran dilema.

 

“Quise ser actor toda mi vida”, declara en un principio Roy en lo poco que se nos muestra de su pasado, asumiendo que nunca pudo expresarlo libremente. En consecuencia, el film explora todo lo reprimido y hace hincapié en la creación del mito, el despegue al estrellato, donde todo se desenvuelve de una manera casi sin quererlo aunque inconscientemente buscándolo, como en el caso de la relación que mantenía con su manager Henry Wilson, por cierto una situación muy bien retratada en la miniserie Hollywood (2020), creada por Ian Brennan y Ryan Murphy, donde se reinterpreta este contexto de una manera ficcional, hablamos de los aspirantes a estrellas y el manejo de poder de los productores y estudios durante la Edad de Oro de Hollywood, los cuales cazaban novatos y descocidos soñadores que con el afán de hacerse una carrera en la fábrica de sueños se atrevían a vender su alma y su cuerpo a cualquier precio.

 

El actor es hijo de la Segunda Guerra Mundial y fue moldeado por soldados y marineros fuertes, por ello termina por pasarle el trapo a los galancitos de finales de los años 30 como Ramón Navarro o Rodolfo Valentino. Hudson logra instalar un nuevo paradigma, la consagración de un nuevo estereotipo de masculinidad y todo esto siendo expuesto paradójicamente, de una manera homoerótica, a través de fotos de hombres fuertes, bellos y con poca ropa. Sin embargo detrás de esa fortaleza se oculta un actor más sutil y sensible, identidad que no surgiría hasta que el productor Ross Hunter se diera cuenta del potencial de Rock, por el que consecuentemente, tarde o temprano, sería catalogado en su carrera -y en su vida, podríamos decir- como un actor de melodramas románticos brillantes, la fórmula profesional perfecta.

 

A pesar de esto, Hudson retorna en este documental, 38 años después de su muerte, ya no como aquel hombre perfecto destinado al consumo femenino sino como la persona que nosotros ahora descubrimos, la deconstrucción del mito, la fragmentación de su escultura. Ya no hay señoras a quien seducir sino un nuevo público diverso a quien conquistar. En efecto, de principio a fin se hace énfasis sobre la doble vida del actor, entre lo público y lo privado, entre los secretos y los arreglos por conveniencia, el disfrute clandestino y las amistades cómplices, el silencio y las sospechas que lo rodean, todo una cadena de vicisitudes que lo terminan llevando a los años de la pandemia del VIH/ SIDA, donde esta tensión preexistente cae sobre su propio peso y ya no queda manera de seguir actuando, por lo que Rock termina sacándose la máscara, siendo la primera estrella de Hollywood en salir del clóset y hacer público el haber contraído el virus, punto culmine del film.

 

El resultado es un registro notable y provocador que explora la hipocresía de un star system voraz y el cinismo de una época. Rock alcanza la cima y la contempla desde el póster del documental, tras un cielo celeste y radiante, pero aún así parece triste, con la mirada cabizbaja, insatisfecho. Y es que ya no hay vuelta atrás. “Todo lo que el cielo le permitió”, los privilegios de la fama, el dinero, las celebridades con las que se codeó, los amantes, las fiestas y las tardes de verano en la piscina quedaron atrás. No queda más que un último lustre a este tótem de un Adonis resplandeciente, no para seguir sosteniendo esa imagen de galán inquebrantable sino para rescatar en su tallado inmaculado esas grietas que se fueron marcando con el tiempo, ese resquebrajamiento que lo hace más fuerte.

 

Rock Hudson: All That Heaven Allowed (Reino Unido, 2023)

Dirección y Guión: Stephen Kijak. Elenco: Rock Hudson, Joe Carberry, Tim Turner, Lee Garlington, Paul Garlington, Ken Jillson, Ken Maley, Armistead Maupin, Howard McGillin, Bill Misenhimer. Producción: Greg Berlanti, George Chignell, Will Clarke, Carolyne Jurriaans y Sarah Schechter. Duración: 104 minutos.

Puntaje: 8