Hay entre los hombres nuevos
Un rey sin tierra
Habituado al imperio ingobernable del mar
Es el remo su cetro
De sal su corona
Es de peces el tributo que su pueblo le brinda
(¿Has visto, Ana?
Un manto de algas lo cubría después de su naufragio
Y se aferraban caracoles a sus rizos)
Su pueblo, como el nuestro, partió de Asia
Y dejó allí telas, especias, perfumes
Allí olvidó estepas y colinas
Su pueblo y el nuestro huyeron del suelo que labraban
Y erraron en los infinitos círculos de este mar cerrado
Donde se vierten sus historias y sus muertos
(¿Oíste, Ana?
Contó su historia de agua y de fulgores
En esa lengua que conocemos poco
Y nos trajo destellos de un mundo distante)
Sus muertos le hablan a veces
Como los nuestros
Sin que haya tumba en que llorarlos
Los muertos son una sombra incandescente
La sangre de una afrenta que ya no hemos de vengar
(¿Recuerdas, Ana?
En Tiro dejamos a Siqueo
Después que en sueños se me apareciera)
Hay entre los nuevos
Un hombre solo
Cuyo tálamo asolaron los ultrajes del fuego
Su tálamo
Como el mío
Abriga recuerdos de un pasado inasequible
Antes que promesa de futuros placeres
(¿Sabes, acaso, Ana,
Cómo he de conciliar mis votos al difunto
Con el clamor impetuoso que en mi sangre anida?)
Hay entre los nuevos
Un hombre
Su sangre, como la mía, es una llama
Que a él mismo lacera
Fragmento de Dido (2021), primer poemario de Emilia Carabajal, aquí disponible el libro completo en PDF de forma gratuita: https://www.editorialdetodoslosmares.com/dido/