Entrevista a DJ Rama

El arqueólogo del ritmo

Por Damián Jarpa

DJ Rama es un incansable buscador de música. Desde su adolescencia empezó a imbuirse de altas dosis de hip hop y funk. En 2015 fue elegido para representar a Argentina en un reconocido concurso de DJs, SoundClash. Con una extensa carrera DJ Rama es un militante del multitasking que se ha encargado de la musicalización de FM Metro y FM Delta 90.3. Su programa en esta última radio es probablemente el único del país donde se puede disfrutar de un ecléctico panorama de beats bailables y energizantes y cadencias oscuras e introspectivas, pero también de un gran abanico de subgéneros de la electrónica actual. En esta entrevista pudimos hablar con el aclamado DJ -radicado en Londres desde hace ya unos años- acerca de la situación de la Argentina, la escena electrónica, las nuevas costumbres del público musical y el impacto de las plataformas para el desarrollo del mercado discográfico.

 

En la música electrónica las cosas cambian mucho más que en otros géneros musicales. ¿Vos pensás que muchas veces los DJs en general tienen una tendencia a encerrarse o encasillarse? Si tuvieras que autoetiquetarte, ¿cómo lo harías?

 

La música electrónica abarca muchísimos estilos. Son cosas que nacieron juntas, disco, new wave, post punk, electro, tienen una historia muy importante. La electrónica tiene raíces que se remontan al hip hop, al funk, George Clinton y una gran cantidad de artistas que precedieron a los íconos del house de Chicago, al funk de Detroit. Todo tiene una influencia. A mí me lo que más me pegó fue el hip hop. Esas son mis raíces. El hip hop y especialmente la escuela de los primeros 80s: la huella que dejaron esos artistas perdura hasta el día de hoy. Personalmente de ahí llegué al funk. De la música disco pasé al dance. En mi casa me mataba escuchando… De La Soul, MF Doom. Básicamente terminé siendo DJ por ser coleccionista, que es algo que nació y está conmigo -básicamente- a lo largo de toda mi vida.

 

¿Tenés algún criterio para elegir lo que comprás?

 

Siempre fui muy selectivo, en radio. CDs, discos especiales para mí. Lamentablemente hay otra parte que me deshice antes de venir para Londres. Al irme de Buenos Aires una parte la archivé. Nunca fui de comprar masivamente. Pero contaba con alrededor de 6000 vinilos en Buenos Aires. Y ahora el número descendió a 1500. Colecciono muchos 7 pulgadas y los EPs de 12 pulgadas.

 

¿Cómo es la vida en Londres para un DJ?

 

Creo que lo más interesante de la vida londinense se encuentra en el este. El suroeste pese a estar de moda es algo distinto. El este es más joven, tiene una profunda mezcla inmigratoria y a cada paso que uno da, se nota. Me gusta, se respira arte, música y cultura. No es más difícil que vivir en Buenos Aires. Son sólo diferentes tiempos. El este aún mantiene algo de jovialidad, la que me gustaba cuando venía de turista hace 15 años. Y me gusta la predisposición de la gente de aquí. Puedo decirte que el inglés siempre fue mucho de salir. No saben adónde van. Pero salen, son muy open-minded. Tal vez en Berlín se puede observar el mismo nivel de apertura musical.

 

Hablando un poco de tu programa de radio que tenés desde 2016, ¿cómo lo ves en retrospectiva y cómo lo mantenés?

 

Mi programa sigue y sirve especialmente para entablar una conexión. Hay un fenómeno medio nuevo que empezó hace relativamente bastante, pero en Argentina se están muriendo las radios. Hubo un gran desmantelamiento de lo que eran otras emisoras. La situación laboral es muy precaria, a los locutores y al staff en general no les pagan bien y la verdad que eso acompaña un poco la situación del país que no mejora. Más allá de eso me gusta y me entretiene el hecho de generar la posibilidad de que los oyentes se trasladen a lugares con los sonidos que elijo para amenizar los 60 minutos del programa.

 

¿A la escena electrónica cómo la ves?

 

A nivel de música electrónica, de house, interesante. Me encanta cuando golpean algunos puntos neurálgicos, sobre todo una preponderancia desde lo orgánico, que sea deep, y que tenga algo de chamánico. Por ejemplo, me encanta Red Axes, que creo cumplen con esas características. Ross from Friends. Paltrax,            los más outsiders de la escena. De los DJs del mainstream me encanta Dixon. Siempre que lo escucho descubro que se alinea con lo que yo hago. El house, la música experimental, te hacen mover pero viajar muy poco. Tienen su propio flow. Lo que pasa es que en el dance es todo muy físico. Fui a un par de clubs en Europa Continental. Tuve la oportunidad de ir a Panorama (el club que se ubica arriba del mítico Berghain). He ido acá en Londres a Princeworks. La gente se contorsiona y se inmersiona en sí misma. La gente baila, aunque siento que antes era diferente. Creo que el hecho de que no sea una novedad hace que se pierda un poco de esa esencia.

 

¿Cómo es tú agenda? ¿Tenés presentaciones?

 

Hay como un aire de empezar de nuevo. Ya vivir acá es otra historia. Es más difícil hacerse conocido acá. Además hay muchos DJs que se vinieron a vivir a Europa. El hecho de conocer sobre funk, disco, house, te da un background más interesante, es estar muy de vuelta. Tengo una historia muy vinculada a Argentina, ya que realicé muchas giras allá y al mismo tiempo nunca estuve muy de acuerdo con el concepto de “soy un Disc Jockey de oficio”. Hoy lamentablemente eso está un poco desprestigiado y ya no es tan súper respetado. Todo el mundo quiere pasar música, y para que eso suceda tiene que pasar un par de cosas. Primero, estoy buscando un agente para ir más a la Europa Continental, pero mientras tanto me ocupa la cabeza el hecho de poder tocar de vez en cuando en Londres. Es saludable.