They Shoot Horses, Don’t They?

El baile de los malditos

Por Martín Chiavarino

Al ritmo de la música bailan, enajenados, espectrales, miserables, con la esperanza de triunfar o destacarse en un espectáculo que no tiene ganadores. Es el entretenimiento de la miseria humana. Esta es una de las posibles caracterizaciones de la trama de They Shoot Horses, Don’t They? (1969), el aclamado film del realizador norteamericano Sydney Pollack, responsable de éxitos como The Three Days of the Condor (1975), Tootsie (1982) y Out of Africa (1985), sobre la relación entre la pobreza y el espectáculo de las miserias de la vida.

 

En la década del treinta, época aciaga con una alta desocupación y mucha desesperanza producto de la especulación financiera de unos pocos en la década del veinte, un grupo de parejas se anotan para competir por un premio de mil quinientos dólares, una pequeña fortuna de aquellos años, en un concurso maratónico de baile con público presente en Santa Mónica, cerca de Los Ángeles, California, en un salón dentro de un paseo marítimo al lado de la playa. Todos ellos desesperados, algunos intentando ser descubiertos por algún productor o director de cine de Hollywood, bailan durante horas, días, semanas y meses, con breves descansos, quedando los débiles y exhaustos por el camino. El film intercala, al igual que la novela de Horace McCoy en la que se basa el film, el concurso de baile con la confesión de Robert, el protagonista, de un asesinato y los recuerdos de su niñez, cuando es testigo de la ejecución de un caballo herido con la pierna rota para que deje de sufrir, una vívida imagen de vigor equino que se transforma en una metáfora de la muerte como un subterfugio sin retorno de la agonía de una vida miserable.

 

La resistencia es puesta a prueba aquí a través de la voluntad en esta obra en la que la condición humana queda rebajada ante un desierto yermo que espera para devorar a los perdedores. Las consecuencias de los primeros experimentos financieros norteamericanos liberales son retratadas por Sydney Pollack en toda su crueldad, con gran agudeza poética, para hacerle honor al trabajo existencialista de Horace McCoy. La novela, publicada en 1935, realizaba un perspicaz diagnóstico de las secuelas de una catástrofe financiera que parecía no tener final, con las fuerzas productivas paralizadas por el estallido en mil pedazos de la falsa ilusión del sueño americano.

 

En el film, en medio de la sorda lucha por prevalecer, el sueño americano se disuelve bajo el barro de la supervivencia mientras la música de John Green suena apacible, pero amenazante e hiriente, con una inocencia que presagia sufrimientos. Gig Young compone a Rocky, el conductor del maratón de baile, un hombre de varias facetas, curtido por la miseria, justo pero severo y cínico respecto de la realidad, mientras que Jane Fonda interpreta a Gloria, una mujer agotada y desesperada, acostumbrada a perder, que intenta con toda su voluntad aprovechar la que tal vez sea su última oportunidad en un juego que sabe de antemano arreglado. Michael Sarrazin interpreta a Robert y Susannah York también realiza una gran labor en su exégesis de una actriz intentando sobresalir para terminar en una crisis de nervios, al igual que Bruce Dern y Bonnie Bedelia como una joven pareja campesina embarazada al borde de la hambruna y Red Buttons como un marinero tratando escapar de la desocupación y el hambre, que no perdonan.

 

Los guionistas James Poe y Robert E. Thompson fueron los responsables de la adaptación de la novela homónima de McCoy, un escritor obsesionado por las marcas que la Gran Depresión había dejando en Estados Unidos y el contraste de la miseria con el afianzamiento y la opulencia de Hollywood, dos polos apuestos de la realidad del país. They Shoot Horses, Don’t They? es decididamente un film nihilista, con un desenlace desolador sobre la naturaleza humana producto de la angustia que generaron las consecuencias sociales de la Gran Depresión, pero también es una gran alegoría sobre la sociedad del espectáculo que preludia la llegada de los reality shows y los noticieros televisivos modernos. Pollack consigue así, en uno de sus primeros largometrajes, combinar la crítica social con la poesía en una película de gran pesimismo que deja al descubierto la falta de valor de la vida para los comerciantes del entretenimiento y sus subalternos en una de las metáforas cinematográficas más lúgubres y desesperanzadoramente proféticas de la historia del séptimo arte.

 

They Shoot Horses, Don’t They? (Estados Unidos, 1969)

Dirección: Sydney Pollack. Guión: James Poe y Robert E. Thompson. Elenco: Jane Fonda, Michael Sarrazin, Susannah York, Gig Young, Red Buttons, Bonnie Bedelia, Michael Conrad, Bruce Dern, Al Lewis, Robert Fields. Producción: Irwin Winkler y Robert Chartoff. Duración: 120 minutos.

Puntaje: 10