Juntos (Together)

El manantial de la fusión

Por Emiliano Fernández

Reproduciendo lo ocurrido en ocasión de Midsommar (2019), opus espléndido de Ari Aster que derivó en un resurgimiento del terror folklórico de larga data modelo Cuando Arden las Brujas (Witchfinder General, 1968), de Michael Reeves, La Marca del Diablo (Hexen bis aufs Blut Gequält, 1970), de Michael Armstrong, El Martillo de las Brujas (Kladivo na Čarodějnice, 1970), clásico de Otakar Vávra, La Sangre en la Garra de Satán (The Blood on Satan’s Claw, 1971), de Piers Haggard, y El Hombre de Mimbre (The Wicker Man, 1973), de Robin Hardy, hoy por hoy La Sustancia (The Substance, 2024), esa obra maestra de la francesa Coralie Fargeat, está generando una ristra de films cuasi exploitation que van desde la influencia simbólica, en esencia centrándose en el edadismo o el posicionamiento social y laboral del cuerpo en línea con Un Hombre Diferente (A Different Man, 2024), de Aaron Schimberg, y La Última Corista (The Last Showgirl, 2024), de Gia Coppola, hasta trabajos mucho más literales que juegan con el body horror y los “sacrificios” necesarios en pos de un ideal inalcanzable de belleza, prestigio o amalgama amorosa, precisamente como en el caso de las óperas primas La Hermanastra Fea (Den Stygge Stesøsteren, 2025), muy dolorosa reinterpretación de La Cenicienta a cargo de la cineasta noruega Emilie Blichfeldt, y Juntos (Together, 2025), interesante convite del australiano Michael Shanks que ironiza sobre las relaciones de poder en la pareja, la “guerra civil” entre los sexos en el Siglo XXI y cierta claustrofobia romántica atemporal sostenida en una intimidad compartida a la fuerza.

 

El guión del mismísimo Shanks, por cierto eje de una disputa judicial porque un tal Patrick Henry Phelan afirma haber presentado en 2020 a los dos protagonistas y productores, el matrimonio conformado por Dave Franco y Alison Brie, un proyecto de comedia romántica bastante similar que derivaría en una película indie sin distribución alguna, Media Naranja (Better Half, 2023), precisamente está consagrado al retrato de una parejita en crisis, el guitarrista fracasado Tim (Franco) y la docente de escuela primaria Millie (Brie), que lleva muchos años juntos y ya casi no conoce el sexo, siendo el varón la pata problemática a raíz de traumas por el óbito de su progenitor (Mark Robinson), la mediocridad de su carrera y unas dudas con respecto al vínculo del corazón que quedan a la vista de todos los amigos de la dupla cuando ella le pide casamiento y él titubea a la hora de aceptar. Ambos se mudan a una zona bucólica porque Millie consigue un nuevo trabajo, donde se topa con el vecino y colega Jamie (Damon Herriman), sujeto muy servicial, mientras Tim ensaya para un tour próximo, no obstante la paz desaparece cuando explorando un bosque circundante ambos caen en una cueva y deciden pasar la noche allí, bebiendo de un manantial misterioso que generará tanto un irrefrenable magnetismo entre ellos, semejante también a la hipnosis y la excitación, como una insólita fusión de sus cuerpos en el plano material, así las cosas sus piernas, sus labios, sus cabellos e incluso sus genitales se pegan en sucesivos episodios de un grotesco in crescendo que pide a gritos la hibridación completa para finalizar el proceso.

 

Deudora también de aquellas masas amorfas lovecraftianas de La Cosa (The Thing, 1982), clásico del aislamiento demencial de John Carpenter, y Alta Sociedad (Society, 1989), joya antiburguesa de Brian Yuzna, el opus de Shanks va más allá del marco de comedia negra romántica que nunca se asume del todo como tal, de hecho un esquema apuntalado en esta pareja disfuncional condenada a atraerse y construir un solo organismo, ya que la película en su conjunto analiza distintas facetas del vínculo entre el hombre y la mujer como por ejemplo la atracción, la complementariedad, el enlace, la compulsión, la dependencia, el sadomasoquismo emocional, la impulsividad, la conexión, la armonía, el desequilibrio, el rechazo y la coexistencia más literal, metamorfosis mutua de por medio. Oficiando además de sátira de la pandemia del coronavirus y las medidas que se tomaron al respecto, lo que incluye la imposibilidad de Tim de asistir a la gira programada y la cuarentena tácita en la que viven los protagonistas ya que no pueden alejarse el uno del otro pero al mismo tiempo deben mantener un distanciamiento prudencial para que no empeore el asunto o se origine algún tipo de unificación que amerite luego el uso de una sierra eléctrica, como en el caso de sus brazos, Juntos apela al mito comunal de la “media naranja”, suerte de ideal de esa pareja perfecta que por supuesto nunca llega porque nada en la praxis se amolda a nuestros sueños caprichosos, e invoca con inteligencia recursos adicionales como la androginia y el dejo metadiscursivo a través de Franco y Brie, como decíamos antes pareja en la vida real.

 

La realización no es perfecta debido a algunas decisiones de Shanks que se ven venir a kilómetros a la distancia como el sustrato manipulador del otro personaje importante del relato, Jamie, otrora miembro de una secta que invita a los nuevos vecinos a recorrer el bosque para que caigan en la cueva en cuestión como les sucedió a dos perritos y a una pareja anterior con un destino mucho más funesto que estos dos cuarentones con look de treintañeros, Keri (Sarah Lang) y Simon (el propio Shanks), sin embargo el director y guionista compensa esos y otros inconvenientes, en sintonía con la escasez de gore y la ausencia de una profundización de la dimensión erótica que vaya más allá de la -de todos modos sugestiva- secuencia en la que el pene y la vagina quedan adheridos cual comedia picaresca ochentosa símil estudiantina, mediante ideas retóricas muy claras, una ejecución cumplidora en términos macros y especialmente una economía expresiva que por un lado no satura el desarrollo con subtramas irrelevantes, todo un fetiche del cine de hoy en día, y por el otro lado privilegia en serio los efectos especiales tradicionales por sobre la catarata de CGI del mainstream, de hecho aprovechando de maravillas los practical effects y el maquillaje en general para la deconstrucción corporal de Jamie y el descubrimiento de Keri y Simon. Tan previsible como amena, la odisea está muy bien actuada por ambas estrellas, quienes ya habían coincidido en los opus de Franco como director, la estupenda Vigilados (The Rental, 2020) y la floja A Quien Solía Conocer (Somebody I Used to Know, 2023)…

 

Juntos (Together, Australia/ Estados Unidos, 2025)

Dirección y Guión: Michael Shanks. Elenco: Dave Franco, Alison Brie, Damon Herriman, Mia Morrissey, Karl Richmond, Jack Kenny, Francesca Waters, Aljin Abella, Sarah Lang, Mark Robinson. Producción: Dave Franco, Alison Brie, Mike Cowap, Erik Feig, Julia Hammer, Tim Headington, Andrew Mittman y Max Silva. Duración: 102 minutos.

Puntaje: 7