This Is Spinal Tap

El rock en mi forma de ser

Por Enrique D. Fernández

Aquellos que encuentran estimulante curiosear el detrás de escena que hace al fenómeno (o industria) del rock, por el simple hecho de recolectar anécdotas, siempre se valieron del rockumentary para atestiguarlo: en este subgénero del documental se suelen reflotar los temores y miserias que persiguen a los rockstars. Ahondando en una visión general que unifica a todos sus referentes, el mockumentary viene a ser el equivalente ficticio de aquellos registros verídicos, añadiendo cierta cuota de parodia mitificada. Tómese como su referente emblema a This Is Spinal Tap, el cual expone los clichés que hacen a la vorágine del rock y que, más que amargarse o concientizar, lo que hace es cargosear con actitud a dicha escena.

 

Allí tenemos a Marty DiBergi, a quien podemos tomar como una especie de álter ego del mismísimo director Rob Reiner (siendo este un prototipo a distancia de Michael Moore), el cual se encuentra cubriendo la gira norteamericana del grupo inglés Spinal Tap, un cuarteto multigénero que experimentó todas las transiciones posibles, preso en esa etapa tan bastardeada durante la década de los ochenta como lo fue el glam metal (también denominada burlonamente como “hair metal”).

 

La atención está puesta en torno a David y Nigel, las mentes creativas del grupo, y cómo su relación comienza a desmoronarse, fruto de dilemas tan disímiles como son una novia conflictiva, un manager ineficiente, un marcado desinterés por parte de la audiencia, la perdida de aquella inspiración que tiempo atrás los motivaba y el descenso de las presentaciones a espacios cada vez más reducidos. En su jornada de mini sketchs se luce el trío de Michael McKean, Christopher Guest y Harry Shearer, integrantes legendarios de la cofradía Saturday Night Live, ese criadero divino de grandes valores del humor emergente.

 

El film de Reiner consigue ahondar en estereotipos como la sobreexposición, la bajada de línea, los cargos inestables, las contradicciones ideológicas y la falta de recursos dentro de un núcleo creativo/ artístico, haciendo de This Is Spinal Tap una obra con convicción que no cae en la típica seguidilla de chistes huecos.

 

Claro que su fuerte también está en aquellos gags efectivos que la convirtieron en clásico de culto, como el amplificador que se puede regular hasta once distorsiones o el trayecto laberíntico que va de un camarín al escenario, sin olvidar las memorables presentaciones en vivo, con los músicos paseando por diferentes ramas del metal (los entendidos del tema sabrán identificarlos). El karma fetiche del rockstar que debe lidiar con el precio de la fama, aquí está ridiculizado en su máxima expresión.

 

This Is Spinal Tap (Estados Unidos, 1984)

Dirección: Rob Reiner. Guión: Rob Reiner, Michael McKean, Christopher Guest y Harry Shearer. Elenco: Michael McKean, Christopher Guest, Harry Shearer, Rob Reiner, Tony Hendra, R.J. Parnell, David Kaff, June Chadwick, Bruno Kirby, Ed Begley, Jr. Producción: Karen Murphy. Duración: 82 minutos.