Dinero Tonto (Dumb Money)

Ganándole a Wall Street

Por Emiliano Fernández

El estrangulamiento de posiciones cortas o “short squeeze” es un aumento exponencial del precio de una acción en el mercado de valores porque muchos inversores/ compradores minoristas adquieren un volumen importante de acciones con una tasa de endeudamiento elevada y generan un efecto de retroalimentación en el que la espiral de compra incrementa el precio de las acciones. Sin lugar a dudas el estrangulamiento de posiciones cortas más célebre y reciente es el denominado Caso GameStop de enero del 2021, cuando durante la fase final de la pandemia por el coronavirus subieron las acciones de la empresa GameStop, una cadena estadounidense de tiendas dedicadas a la venta de videojuegos, electrónica y merchandising general para gamers, porque un generoso conjunto de compradores de base minorista en esencia siguieron los consejos de Keith Gill, un ignoto analista financiero que respondía a los apodos de Puto Valor Profundo/ Deep Fucking Value en Reddit y Gatito Rugiente/ Roaring Kitty en YouTube y Twitter, en materia de la compra de las acciones de la cadena de turno, algo que se explica por el hecho de que él mismo había comprado activos por 53 mil dólares y efectivamente consideraba que los fondos de cobertura como Melvin Capital y Citadel LLC habían subvalorado a la empresa debido a que el 25% de los jugadores todavía compra juegos nuevos en GameStop y un 40% adquiere juegos usados, táctica que lo hizo ganar unos 50 millones de dólares que en términos prácticos significan una transferencia de dinero desde los gigantes de Wall Street hacia los pequeños inversores del pueblo, provocando maniobras irregulares de defensa de los fondos buitres que llevaron a la intervención del Comité de la Cámara de Servicios Financieros de los Estados Unidos.

 

Ben Mezrich, conocido sobre todo por haber escrito Los Multimillonarios Accidentales: La Fundación de Facebook, una Historia de Sexo, Dinero, Genio y Traición (The Accidental Billionaires: The Founding of Facebook, a Tale of Sex, Money, Genius and Betrayal, 2009), libro que fue adaptado a la gran pantalla por el guionista Aaron Sorkin y el director David Fincher en Red Social (The Social Network, 2010), cubrió el episodio de turno en un nuevo trabajo de investigación, La Red Antisocial: El Estrangulamiento de Posiciones Cortas de GameStop y el Grupo Heterogéneo de Operadores Aficionados que Pusieron a Wall Street de Rodillas (The Antisocial Network: The GameStop Short Squeeze and the Ragtag Group of Amateur Traders That Brought Wall Street to Its Knees, 2021), el cual a su vez fue a parar a la flamante Dinero Tonto (Dumb Money, 2023), obra de Craig Gillespie cuyo título hace referencia al mote vejatorio que los “leones” de los fondos de cobertura de Wall Street utilizan al hablar de todos los inversores minoristas, a quienes esperan estafar vendiéndoles acciones de empresas que creen destinadas a la quiebra, precisamente como GameStop, no obstante la insistente compra y retención de Gill (Paul Dano) y su pequeño ejército de seguidores de las plataformas y redes sociales provocan una suba monumental en el precio de las acciones y una contraofensiva de la oligarquía del mercado de valores, primero cerrando la principal “arena” de debate público de los minoristas, el subreddit de inversión y comercio de acciones Wall Street Bets, y a posteriori bloqueando la opción de compra de acciones de la aplicación de Robinhood, un corredor de bolsa virtual que a raíz de la crisis de liquidez eventualmente pasó a ser controlado por el poderoso Citadel LLC.

 

La película, con un guión responsabilidad de dos profesionales del staff de Orange Is the New Black (2013-2019), Rebecca Angelo y Lauren Schuker Blum, le encuentra la vuelta en materia narrativa a semejante derrotero, a priori muy “anticinematográfico”, centrándose primero en Gill, un sujeto afable casado con Caroline (Shailene Woodley), padre de un bebé, hermano del repartidor atolondrado Kevin (Pete Davidson) e hijo del ex camionero Steve (Clancy Brown) y la ex enfermera Elaine (Kate Burton), y segundo en una colección de inversores microscópicos que abarcan por ejemplo a un empleado latino de GameStop que sufre el acoso del idiota de su jefe, Marcos García (Anthony Ramos), una enfermera ridiculizada por sus colegas por la compra de acciones, Jenny Campbell (América Ferrera), y una pareja de lesbianas universitarias con una gran deuda detrás por la educación privada salvajona de yanquilandia, Riri Pariseau (Myha’la Herrold) y Harmony Williams (Talia Ryder). El ecosistema de los villanos del capitalismo corporativo despiadado es igualmente populoso porque no sólo incluye al fundamental, Gabe Plotkin (Seth Rogen), mandamás de Melvin Capital, sino a un surtido de secundarios que van desde Kenneth C. Griffin (Nick Offerman), dueño de Citadel LLC, y Steve Cohen (Vincent D’Onofrio), cabeza del fondo de cobertura Point72, hasta los fundadores de Robinhood, el búlgaro Vlad Tenev (Sebastian Stan) y el norteamericano de ascendencia hindú Baiju Bhatt (Rushi Kota), un cónclave de magnates de la especulación y el parasitismo empresario/ financiero/ económico/ social que el relato constantemente contrapone a la precariedad de los pequeños inversores mundanos, cuya adquisición de acciones equivale a las apuestas o juegos de azar desde su perspectiva.

 

Gillespie, un director esquizofrénico y posmoderno hasta la médula, utiliza toda su artillería sensorial para garantizar el dinamismo de la experiencia y así nos bombardea con mucho texto aclaratorio sobre imagen, un soundtrack lleno de hip hop y rock, sucesivos montajes paralelos para unificar a todos los personajes, algo de cámara lenta al paso, una edición que sube y baja la velocidad según las necesidades dramáticas/ cómicas y por supuesto varios collages de pantalla dividida e imágenes, clips, infografías y palabras superpuestas símil informe periodístico televisivo de vieja escuela. Al director australiano a veces se le va un poco la mano con esa panoplia videoclipera/ publicitaria que suele utilizar para maquillar la simpleza del guión, sin embargo Gillespie consigue muy buenas actuaciones de todo el elenco y en términos generales recupera aquella chispa sardónica exhibida en sus otras dos estupendas adaptaciones de sucesos verídicos grotescos, Yo soy Tonya (I, Tonya, 2017), el opus sobre el ataque de 1994 de la patinadora sobre hielo Tonya Harding (Margot Robbie) contra su colega Nancy Kerrigan (Caitlin Carver) en el contexto de los Juegos Olímpicos de Lillehammer, en Noruega, y Pam & Tommy (2022), aquella serie creada por Robert Siegel para Hulu acerca de la relación romántica entre Pamela Anderson (Lily James) y Tommy Lee (Sebastian Stan), baterista de Mötley Crüe, y especialmente el robo hogareño en 1995 y la distribución mediante Internet en 1997 de un video sexual privado de la pareja a bordo de una casa flotante, uno de los primeros casos de pornografía viral ya de alcance planetario. Dinero Tonto entroniza con desparpajo y encanto uno de los pocos episodios en los que los individuos le ganaron a la fauna predatoria, voraz y mierdosa de siempre de Wall Street…

 

Dinero Tonto (Dumb Money, Estados Unidos, 2023)

Dirección: Craig Gillespie. Guión: Rebecca Angelo y Lauren Schuker Blum. Elenco: Paul Dano, Pete Davidson, Vincent D’Onofrio, América Ferrera, Nick Offerman, Anthony Ramos, Seth Rogen, Sebastian Stan, Shailene Woodley, Clancy Brown. Producción: Craig Gillespie, Aaron Ryder y Teddy Schwarzman. Duración: 105 minutos.

Puntaje: 7