En el cine contemporáneo, ese globalizado desde el final de la Guerra Fría y muy amigo de la uniformidad empapada de redundancia, cero originalidad y eventual hastío, existe una fuerte tendencia a caer en el “hype” no sólo por la saturación comunicacional vía Intenet, redes sociales o aquellas campañas de publicidad, por cierto éstas cada día menos cruciales en la popularización de determinadas películas dentro de la comunidad cinéfila de la prensa y el público, sino también por el paupérrimo nivel promedio de calidad de buena parte de las obras que circulan en el nuevo milenio, tanto en el indie como en el mainstream más rimbombante. Esta propensión a inflar los méritos de algunos convites posee dos vertientes que se corresponden a las comarcas señaladas, por ello en la gran industria los espectadores bobalicones del montón obedecen a las campañas de marketing y a los influencers más idiotas y mercenarios, de allí que algunos blockbusters de Hollywood aún generen el dinero que se espera de ellos, y por ello un puñado de realizaciones de mucha menor envergadura despiertan cada año las esperanzas del ecosistema cinéfilo en cuanto a una experiencia en verdad gratificante, sea ésta del rubro que sea, dispuesta a sacarnos del soponcio eterno de “más de lo mismo”. Es precisamente esta última variante del hype la que se homologa a las polémicas de antaño en torno a los puntos a favor y en contra de propuestas que solían provocar opiniones opuestas y en función de ello había que verlas sí o sí, en suma una bola de nieve que en la enorme mayoría de los casos no se justificaba más allá de un grupito de anomalías y/ o joyas verdaderamente interesantes que dignificaban tamañas expectativas.
Querida Extraña: Un Thriller en 6 Capítulos (Strange Darling: A Thriller in 6 Chapters, 2023), la segunda película del director y guionista estadounidense JT Mollner después de Forajidos y Ángeles (Outlaws and Angels, 2016), es un muy buen ejemplo de los peligros y las fortalezas del hype ya que si no fuera por este bombo colectivo pasaría desapercibida, lo que sería una pena porque el film en serio resulta muy atractivo, aunque a decir verdad -una verdad complementaria a la anterior- la gesta no es el diamante por descubrir que muchos vienen ensalzando desde su estreno. Aquí Mollner, un cineasta posmoderno hasta la médula de veta tarantinesca/ peckinpahniana, reproduce a menor escala aquello que hizo en ocasión de Forajidos y Ángeles, una cruza de western, exploitation setentoso y odisea de invasión de hogar que por un lado retomaba el spaghetti rústico y politizado de Sergio Corbucci y la visceralidad del Sam Peckinpah de La Pandilla Salvaje (The Wild Bunch, 1969), Perros de Paja (Straw Dogs, 1971), La Fuga (The Getaway, 1972), Tráiganme la Cabeza de Alfredo García (Bring Me the Head of Alfredo García, 1974) y La Cruz de Hierro (Cross of Iron, 1977), entre otros clásicos violentos del maestro, y por el otro lado se centraba en un relato con múltiples personajes de robo bancario, hipocresía religiosa e incluso sadismo e incesto en el que terminaba destacándose la intensa Francesca Eastwood, hija del archiconocido Clint, quien junto con el resto del elenco le ponía el cuerpo a una cruel semblanza del gato y el ratón en la que las víctimas podían mutar de un momento a otro en victimarios por obra y gracia del azaroso contexto, el dinero en juego o ese afán de justicia gore que nunca falta.
Como su título lo indica, la trama está dividida en seis capítulos y un epílogo que se nos presentan de manera no cronológica para nuevamente apelar a los prejuicios del espectador y dar vuelta el asunto en lo que atañe a quién es el villano o mejor dicho, en qué proporción cada personaje fundamental incluye en su cabecita tendencias positivas y de las otras, las patológicas: el Capítulo 3, subtitulado ¿Pueden Ayudarme? ¿Por Favor? (Can You Help Me? Please?), arranca con una mujer sangrando, la Dama (Willa Fitzgerald), que escapa en coche y luego a pie de un aparente asesino en serie, el Demonio (Kyle Gallner), el Capítulo 5- Aquí, Gatita, Gatita… (Here, Kitty, Kitty…) se centra en el Demonio buscando con un rifle a su linda presa hasta que la encuentra escondida en un freezer de una casa bucólica, inmueble perteneciente a una pareja bizarra de survivalistas de la tercera edad, Genevieve y Frederick (los geniales Barbara Hershey y Ed Begley Jr.), en el Capítulo 1- Señor Gangueo (Mister Snuffle) descubrimos que todo comenzó en una cita sexual o quizás semi romántica en un hotel alojamiento entre la Dama y el Demonio, con ella insistiéndole para que la ate a la cama y la estrangule con suma vehemencia, en el Capítulo 4- La Gente de la Montaña (The Mountain People) la Dama apuñala a Frederick cuando se proponía llamar a la policía, deja huir a Genevieve y de hecho se esconde en el congelador en cuestión, y el Capítulo 2- ¿Te Gusta la Fiesta? (Do You Like to Party?) nos regala a la Dama drogando con ketamina a nuestro Demonio, un oficial de policía, y marcándole en el pecho con su cuchillo EL por Electric Lady, su seudónimo en tanto una homicida en serie que operó entre 2018 y 2020.
Las dos últimas partes, efectivamente el Capítulo 6- ¿Quién es Gary Gilmore? (Who’s Gary Gilmore?) y Epílogo- La Dama Eléctrica (The Electric Lady), profundizan este esperable giro narrativo, la idea de la ninfa pobrecita mutando en una chiflada de temer a lo viuda negra que engatusa machos con su atractivo sexual para drogarlos, electrocutarlos con una picana y torturarlos/ destriparlos con un cuchillo corto, remate que incluye hacerse pasar por víctima de violación anal ante dos compañeros del representante de la ley que acuden por una llamada telefónica del susodicho, la hembra ingenua que le cree, Gale (Madisen Beaty), y el hombre que no, Pete (Steven Michael Quezada). Mollner, como decíamos con anterioridad, vuelve a jugar con el acoso cruzado, la ambigüedad moral antimaniqueísmo y sobre todo la esquizofrenia, apariencia y manipulación de los personajes pero reduciendo su número y exacerbando los géneros involucrados, así pasamos del cine de acción al horror circa slasher de los 70 y 80, de la comedia negra al drama intimista erótico, del suspenso de acecho a los instantes musicales y de la sátira sadomasoquista de alcoba al policial negro ultra freak. Con un marco minimalista desesperado digno de Venganza (Revenge, 2017), de Coralie Fargeat, las idas y vueltas temporales de Tiempos Violentos (Pulp Fiction, 1994), de Quentin Tarantino, y Memento (2000), de Christopher Nolan, algo de aquella escena bastante brutal de cama entre Robert De Niro e Illeana Douglas de Cabo de Miedo (Cape Fear, 1991), de Martin Scorsese, un prólogo a lo “true crime” vía locutor (el inefable Jason Patric) y un rescate final repentino propios de La Masacre de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, 1974), de Tobe Hooper, ese subtítulo y un espíritu sádico que evidentemente remiten a Thriller: Una Película Cruel (Thriller: En Grym Film, 1973), del sueco Bo Arne Vibenius, y por supuesto toda la parafernalia del ratón transformado en gato y viceversa de Forajidos y Ángeles y gran parte de la tradición sarcástica actual de la invasión de hogar, recordemos para el caso films como El Juego del Terror (The Collector, 2009), de Marcus Dunstan, El Anfitrión Perfecto (The Perfect Host, 2010), de Nicholas Tomnay, No Respires (Don’t Breathe, 2016), de Fede Álvarez, Latidos en la Oscuridad (Bad Samaritan, 2018), de Dean Devlin, Villanos (Villains, 2019), de Dan Berk y Robert Olsen, y Abigail (2024), de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, Querida Extraña: Un Thriller en 6 Capítulos carga las tintas sobre la autovictimización de las mujeres como estrategia demodé de defensa, ya licuados el #MeToo, el lenguaje inclusivo y aquel feminismo woke burgués sin conciencia social, y sinceramente no llega al nivel del hype a su alrededor porque la efervescencia de los primeros y últimos capítulos se ve autosaboteada por cierta tendencia contemplativa fuera de lugar relacionada con el “terror elevado” o más bien con un cine arty festivalero ya en camino hacia la extinción, amén de un desenlace hipnótico casi calcado de una película que pudo haber sido craneada en paralelo pero le ganó en cuanto a fecha de estreno/ llegada al público, En una Naturaleza Violenta (In a Violent Nature, 2024), debut en el terreno del largometraje del creador canadiense y también iconoclasta Chris Nash. Sin embargo el opus de Mollner, si lo sopesamos en su conjunto, sí ofrece una experiencia placentera ya que es de destacar la estupenda fotografía de impronta neogiallo del hasta ahora actor Giovanni Ribisi, también uno de los productores, y además el film entrega excelentes actuaciones de Fitzgerald y Gallner y en general sabe transformar sus titubeos y desniveles narrativos en una herramienta a partir de la cual denunciar -desde el humor negro y mucha incorrección política- la vulnerabilidad farsesca de ciertas mujeres que no dejan pasar oportunidad para psicopatear al varón, indicio de que la mentada igualdad entre machos y hembras llegó para quedarse por más que sigan llorando en piloto automático los neofascistas y los wokes…
Querida Extraña: Un Thriller en 6 Capítulos (Strange Darling: A Thriller in 6 Chapters, Estados Unidos, 2023)
Dirección y Guión: JT Mollner. Elenco: Willa Fitzgerald, Kyle Gallner, Barbara Hershey, Ed Begley Jr., Steven Michael Quezada, Madisen Beaty, Bianca A. Santos, Denise Grayson, Sheri Foster, Jason Patric. Producción: Giovanni Ribisi, Steven Schneider, Roy Lee, Chris Ivan Cevic y Bill Block. Duración: 97 minutos.