Cured, de Lol Tolhurst

La balada de los chicos imaginarios

Por Martín Chiavarino

Laurence Andrew (Lol) Tolhurst fue, junto a Robert Smith y Michael Dempsey, uno de los fundadores de The Cure en la segunda mitad de la década del setenta, pero su adicción al alcohol lo transformó durante la década del ochenta de un integrante imprescindible a un estorbo para el buen funcionamiento de la banda británica originaría de Crawley, una ciudad al sur de Londres. En los primeros álbumes, Lol ofició como baterista para pasar luego a ser el responsable de los teclados de la banda tras el tour de Pornography (1982), uno de los discos más íntimos y frontales de The Cure. Como muchas bandas de la época, los jóvenes fundadores de The Cure, Robert Smith y Lol Tolhurst, no tenían una formación musical formal y su relación con la música tuvo un carácter autodidacta, especialmente en el caso de este último, pero es indudable que el espíritu creativo de Robert Smith ha sido el responsable del sonido característico de The Cure, teniendo en Tolhurst a un lugarteniente privilegiado que aportó mucho en distintos temas como The Walk, The Hanging Garden y Jumping Someone Else’s Train, himnos de la banda que sumaría integrantes a lo largo de la década del ochenta como el bajista Simon Gallup, el guitarrista Porl Thompson y el baterista Andy Anderson, tras la partida de Dempsey de la formación original.

 

El libro de Tolhurst es un relato muy detallado y reflexivo sobre su caída en el abismo producto de sus problemas personales que decantan en una adicción que conduce a su expulsión de The Cure a fines de los ochenta, su pelea con Robert Smith y un juicio en los tribunales británicos por las regalías. Pero Cured, como su nombre lo indica, es también una narración de una redención, un enfrentamiento con los fantasmas de su vida que lo paralizaban para lograr sobreponerse y reencontrarse con la banda.

 

Tolhurst narra los comienzos de The Cure como Easy Cure, una banda influenciada por el punk y marcada por la crisis económica de la Inglaterra de las décadas de los sesenta y setenta que supo convertirse en catalizador de la furia punk para reelaborarla en una respuesta musical novedosa que transformó la percepción de una realidad aciaga con una vitalidad inusitada. Para esta generación la energía salvaje del punk funcionó como catalizador del anhelo de cambio, una salida ante el temor de caer en un trabajo asalariado, gris y mediocre sin futuro que condujera a la depresión, condición ejemplificada en la generación que les precedía. The Cure nace en los paisajes uniformes y deprimentes del sur de Inglaterra, de la sensación de pesimismo producto de la inflación y el agotamiento del modelo industrial británico. Este panorama crea la necesidad en estos jóvenes de trastocar la percepción de lo normal y las normas del sentido común que imperaban, fuerza vital que condujo a The Cure a una maduración musical y a una fuerza que aún dejan estelas.

 

La música de The Cure se nutre de la fascinación de los integrantes de la banda con figuras del rock como David Bowie y Jimi Hendrix, influencias diversas que incluyen a Nils Lofgren, Mahavishnu Orchestra y Captain Beefheart, pero principalmente tienen que ver con el rechazo visceral del punk respecto del rock progresivo por parte de una generación que buscaba un cambio radical e impugnaba la experiencia de la generación de sus padres y la traumática realidad británica.

 

Desde los comienzos con la edición de Three Imaginary Boys (1979) por el sello discográfico Fiction, creado por el productor neozelandés Chris Parry, hasta el crecimiento musical de la banda con Seventeen Seconds (1980), disco marcado por las influencias de Low (1977), de David Bowie, y las letras de Nick Drake, pasando por el oscuro Faith (1981) hasta llegar al íntimo Pornography, Tolhurst narra la evolución vertiginosa de una banda que no para de madurar musicalmente y de sacar discos impresionantes de melodías hipnóticas y tonalidades monocromáticas que cautivan a un público que aumentó considerablemente a lo largo de los años producto de la calidad del material musical y de las constantes giras que se sucedieron unas a otras. De la experimentación psicodélica de The Top (1985) a la masividad de The Head on the Door (1986), Kiss Me Kiss Me Kiss Me (1988) y Disintegration (1989), el autor describe la búsqueda de The Cure de confrontar la sensación de soledad y la represión de las emociones que imperaban en -y siguen marcado- las grises urbes posmodernas como forma de encarar la creación musical, pero con la libertad de la composición vienen acarreados los problemas de las drogas y en el caso de Tolhurst una severa adicción al alcohol, un desmoronamiento psíquico y una paulatina incapacidad para sobreponerse a los problemas que lo corroían.

 

Lol Tolhurst reflexiona aquí sobre The Cure, su amistad con Robert Smith y Michael Dempsey, los originales chicos imaginarios del primer disco, y la relación con Simon Gallup, Andy Anderson y Porl Thompson, músicos que acompañaron a la banda durante muchos años. Aquí también aparecen grupos con los que The Cure tuvo una gran relación de amistad. Siouxsie and the Banshees, The Specials y hasta Wire se dan cita en estas páginas que buscan reencontrarse con un pasado tan traumático como espléndido que se mezcla con la niebla.

 

Desde la irrupción del rock & roll la música ha representado un camino subversivo para escapar de una vida prefigurada, ofreciendo libertad y fortuna aunque también peligros y tragedias. The Cure nace de esta necesidad de dos amigos de la infancia, Robert Smith y Lol Tolhurst, de escapar de los paisajes deprimentes de Crawley. Tanto Smith como Tolhurst fueron músicos autodidactas que aprendieron por fuera de las instituciones e hicieron de sus defectos una fortaleza al crear melodías minimalistas, simples y perfectas, despojadas de cualquier floritura, base del acervo de una banda que sentó las bases del rock alternativo desde sus raíces punk, sus sonidos góticos y sus armonías pop que cautivaron a varios generaciones.

 

Anécdotas sobre skinheads que los perseguían en sus primeros conciertos bajo las intimidantes consignas del Frente Nacional como otra respuesta a la crisis económica y social británica, la fuerza de la música para enfrentar la soledad, los malentendidos respecto del tema Killing an Arab, compuesto por Robert Smith en base a la obra del escritor existencialista francés Albert Camus, El Extranjero (L’Étranger, 1942), escándalos varios debidos al abuso del alcohol, una vejiga traicionera, graciosos episodios en las giras con la primera banda de Billy Idol, Generation X, e incidentes varios que podrían haber terminado en tragedia son parte de esta obra de claroscuros donde la música de The Cure es la protagonista.

 

Para el lector argentino, Cured tiene un largo pasaje sobre los caóticos e inolvidables recitales de la banda en Buenos Aires en el estadio del Club Ferrocarril Oeste en 1987, que dejaron una imagen muy negativa del país en Robert Smith. Tolhurst reflexiona allí sobre el legado de la Dictadura Militar, la represión, los primeros años de la democracia y el furor que generaron los conciertos de la banda en una sociedad que buscaba válvulas de escape para hacerle frente a la realidad adversa y a las amenazas que pendían sobre la democracia.

 

Tolhurst crea vívidas escenas con una prosa hábil y precisa, inusual en un músico, una rara joya para atesorar y adentrarse con vistas a descubrir la intimidad de una de las mejores bandas del rock alternativo. Ya recuperado de su adicción, el baterista, tecladista y compositor de The Cure rememora sobre la función que cumplió en la agrupación, sus experiencias únicas y el derrotero de muchas de las canciones que compuso junto a Robert Smith, que se han convertido en herramientas sonoras para encauzar las preguntas existenciales de la vida de muchas personas a través de la música.

 

Cured: The Tale of Two Imaginary Boys, las memorias de Lol Tolhurst sobre su paso por The Cure, fue publicada en castellano por la editorial Malpaso Ediciones con una traducción de Jordi Amor. El libro es una gran oportunidad para descubrir de primera mano anécdotas de The Cure y el proceso que condujo a la ruptura de la relación entre Tolhurst y Robert Smith en una reflexión sobre las malas decisiones, las adicciones y la pérdida del control de un músico autodidacta que participó en la composición de algunos de los mejores discos de los años ochenta.

 

Cured: The Tale of Two Imaginary Boys, de Lol Tolhurst, Malpaso Ediciones, 2019.