Hollywood lamentablemente continúa obsesionado con el Señor Fantástico/ Reed Richards, la Mujer Invisible/ Susan “Sue” Storm, la Antorcha Humana/ Johnny Storm y la Mole/ Ben Grimm, personajes creados en 1961 por Jack Kirby y Stan Lee, y así se siguen acumulando las décadas sin la aparición de una relectura eficaz del cómic de Marvel, en este sentido pensemos que cada movida resultó fallida o directamente lastimosa dentro de un espectro que abarca Los Cuatro Fantásticos (The Fantastic Four, 1994), film Clase B inédito pero muy pirateado a cargo de Oley Sassone realizado sólo para que el productor alemán Bernd Eichinger retuviese los derechos de propiedad intelectual, Los 4 Fantásticos (Fantastic Four, 2005) y Los 4 Fantásticos y Silver Surfer (Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer, 2007), dos obras de Tim Story -original y secuela que nadie pidió- extremadamente idiotas y olvidables, Los 4 Fantásticos (Fantastic Four, 2015), trabajo de Josh Trank que se fue al extremo opuesto probando la “opción seria” modelo DC, y finalmente Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos (The Fantastic Four: First Steps, 2025), flamante odisea de Matt Shakman, ya dentro del paraguas imbécil del Universo Cinematográfico de Marvel/ Marvel Cinematic Universe de Kevin Feige, que desparrama nostalgia sesentosa innecesaria y recicla la trama de Los 4 Fantásticos y Silver Surfer aunque cambiando el sexo del muchacho metalizado, ahora una señorita para satisfacer una vetusta corrección política y crear tensión romántica entre aquella criatura sobre la tabla de surf y el joven en llamas que también vuela y vuela.
El relato parece escrito por un púber con problemas cognitivos, de por sí inmaduro y hueco, luego de haber recibido unos cuantos martillazos en la cabeza: en una versión alternativa de nuestro mundo, la Tierra-828, ya han pasado cuatro años desde que los héroes adquiriesen sus superpoderes a raíz de una misión espacial y unos rayos cósmicos del montón, así las cosas el Señor Fantástico (Pedro Pascal), un científico, la Mujer Invisible (Vanessa Kirby), su linda esposa, la Antorcha Humana (Joseph Quinn), el hermano menor de esta última, y la Mole (Ebon Moss-Bachrach), gran amigo especialmente de Reed, son unas celebridades que no se toman muy bien que digamos la llegada de esta exégesis femenina de Silver Surfer, hoy llamada Shalla-Bal (Julia Garner), para anunciar que la Tierra será engullida en lo pronto por una entidad voluminosa devoradora de planetas, Galactus (Ralph Ineson), por ello los cuatro paladines del “estilo de vida americano” atraviesan el universo para negociar con el susodicho y así descubrir que ofrece perdonar nuestro mundo con la condición de que se le entregue el hijo nonato de Reed y Sue, un ser aparentemente todopoderoso, desde ya generando el rechazo de la mujer, induciendo el parto en cuestión y después provocando un plan descabellado de parte de papi con el objetivo de teletrasportar todo el planeta hacia otra galaxia para que Galactus no nos encuentre, esquema saboteado por Silver Surfer cual paso previo a la idea de utilizar al crío, bautizado Franklin, como una carnada para atraer al gigante malvado a Nueva York e inmediatamente teletransportarlo hacia cualquier lejanía.
El fetiche melancólico con eje en los años 60 en materia de colores pasteles, diseños seudo vanguardistas, tecnología precaria, referencias pop y un marco narrativo por demás naif, refrito de la carrera espacial con los soviéticos durante la Guerra Fría y el alunizaje de 1969 de la misión Apolo 11, se diluye frente a la repugnante andanada de CGI que trivializa para mal el film y lo acerca a cualquier otro tanque hiper tarado del mainstream contemporáneo. Contradiciendo su propio título, Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos evita el relato de origen y también la intentona “in medias res” de Superman (2025), de James Gunn, otro ejemplo reciente de franquicia relanzada que le escapa al molde retórico de la faena de inicio, sin embargo Shakman, un realizador netamente televisivo cuyo único trabajo anterior en cine fue la mediocre En Busca del Asesino (Cut Bank, 2014), no consigue entregar algo que no se haya visto hasta el hartazgo en todas las otras adaptaciones de los personajes y por cierto el gesto de retomar en gran medida la famosa serie animada de Hanna-Barbera para la cadena ABC, Los Cuatro Fantásticos (The Fantastic Four, 1967-1968), pierde su atractivo con rapidez y cae en la redundancia. En esencia estamos frente al problema triangular de siempre de Marvel, primero escenas dialogadas tediosas por chistes bobos y protagonistas/ situaciones/ arcos narrativos intercambiables, segundo secuencias larguísimas de acción de unas artificialidad, torpeza e inmadurez supremas y tercero sermones autoexplicativos que pretenden garantizar que hasta el más tontito del público entienda lo acontecido en pantalla.
Ya cansa tanta parafernalia digital inofensiva, incluso algunas tomas del bebé, Franklin, son con CGI, y sinceramente aburre el latiguillo de los superpoderes aceptados a nivel comunal para enfatizar que todo ingrediente extraordinario termina siendo asimilado o rutinizado por el vulgo y los medios de comunicación carroñeros, dos detalles que subrayan que estamos ante un producto destinado a un público perezoso, babeante y con deficiencias mentales que sólo consume franquicias o la bazofia de Marvel, Netflix, Disney y la TV abierta porque cualquier producto para adultos pensantes lo espanta. Entre un Pascal reconvertido en un género en sí mismo, como aquellos actores ultra prolíficos de antaño o quizás el inefable Nicolas Cage, y el robot pretendidamente gracioso que nunca falta en este tipo de bodrios, aquí H.E.R.B.I.E. (Matthew Wood), el asistente de Richards, la realización por un lado es demasiado extensa, de hecho bordeando las dos horas de duración que resultan un delirio considerando el infantilismo del guión de Josh Friedman, Eric Pearson, Ian Springer y Jeff Kaplan, y por el otro lado está saturada de escenas de relleno, un discurso desaprovechado de ahorro de energía y una catarata de melodrama soporífero centrado en la parentela, los sacrificios, el cariño, la amistad y una demagogia hollywoodense que en el dilema de fondo entre la familia o el mundo se opta por salvarlos a ambos, amén del hecho de que la llegada de Silver Surfer y Galactus vuelve a duplicar a lo lejos -y sin imaginación alguna o por lo menos reconocimiento- el arribo del alienígena humanoide Klaatu (Michael Rennie) y su robot Gort (Lock Martin) en El Día que Paralizaron la Tierra (The Day the Earth Stood Still, 1951), enorme clásico de ciencia ficción de Robert Wise. Lo único realmente bueno de la propuesta se condice con la actuación de la espléndida Garner, el cuasi cameo de Paul Walter Hauser como el Hombre Topo/ Harvey Elder, una figura crucial en la evacuación de los habitantes de Nueva York hacia su reino de las profundidades, Subterránea, y el diseño símil Mazinger Z del monstruo que devora planetas y se la pasa buscando heraldos para tal fin, Galactus. Si bien en términos generales está bien actuada y cuenta con una edición de Tim Roche y Nona Khodai más reposada que el promedio bobalicón apresurado de Marvel, lo cierto es que cualquier capítulo de Batman (1966-1968) o El Avispón Verde (The Green Hornet, 1966-1967), las inmortales series de William Dozier para la ABC, resulta mil veces mejor que Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos, al igual que aquella acepción trash pero muy graciosa y con personalidad propia del año 1994 de Sassone y el querido Roger Corman…
Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos (The Fantastic Four: First Steps, Estados Unidos/ Canadá/ Reino Unido/ Nueva Zelanda, 2025)
Dirección: Matt Shakman. Guión: Josh Friedman, Eric Pearson, Ian Springer y Jeff Kaplan. Elenco: Pedro Pascal, Ebon Moss-Bachrach, Vanessa Kirby, Julia Garner, Joseph Quinn, Paul Walter Hauser, Ralph Ineson, Matthew Wood, Sarah Niles, Mark Gatiss. Producción: Kevin Feige. Duración: 115 minutos.