Los amantes de los subgéneros del rock están de buenas; este año se materializó, finalmente, la llegada de Rancid; volvieron a venir GBH y Cockney Rejects -por nombrar algunas bandas punks-, así como también, si pensamos en los subgéneros más extremos, están por llegar -entre muchas otras- Carcass o Amon Amarth. Tiger Army cae en medio de este boom de llegadas que abre un abanico de posibilidades para bandas no tan masivas (como, por ejemplo, muchas que trajo Noiseground en los últimos tiempos; aunque aquellas más relacionadas al stoner o al rock psicodélico), debido, en parte, a que hay un público maduro (en edad y en gusto) que va a seguir yendo a recitales hasta su ancianidad. A su vez, Tiger Army, y como bien dijo su cantante y guitarrista Nick 13 en medio del show, tiene la particularidad -como otras bandas de psychobilly- de unir al público punk, skin y rockabilly. Claro que no son los Meteors, banda nodriza del género e infaltable en la punta de la lengua de todo true, pero ya tienen más de veinte años en la carretera y algunos discos perfectos a cuestas, sobre todo la seguidilla II y III: Power of Moonlite y Ghost Tigers Rise. Luego de aquellos, llegó Music from Regions Beyond, disco en el que Nick 13 -su único miembro original- trató de despegarse a medias del psychobilly romanticón de sus discos anteriores y alcanzar, según sus propias palabras, un post-psychobilly; meta que parece finalmente conseguir en algunas canciones de V, su último disco y el que abrió la gira que los trajo al verdadero sur.
El show fue una mezcla de viejos hits como Cupid’s Victim o Rose of the Devil’s Garden, con algunos actuales como Firefall y Devil Lurks on the Road, en los que se puede apreciar la potencia aún vigente de la banda, sobre todo para un acto en vivo y a pesar del bajo volumen que dispuso el sonidista o vaya uno a saber quién. Twenty Flight Rock, versión anfetamínica del tema de Eddie Cochran (que según cuenta la leyenda McCartney le tocó a Lennon cuando se conocieron en 1957 y que también supieron coverear los gigantes Stray Cats) aportó una cuota bella y necesaria de puro rockabilly. Un show corto y enérgico pero donde de todos modos se pudo apreciar la sutileza de su psychobilly prolijo y no tan agresivo, sobre todo comparado con el de los mencionados Meteors o con los primeros discos de otro pionero: el Reverendo Horton Heat. Una lástima que la organización no haya estado a la altura de tan agradable visita; MOD estaba desbordado y las charlas de algunos concurrentes hacían referencia a la todavía fresca tragedia del 2004. Un show que podría haber sido mucho más disfrutable en cualquier otro lugar un poco más grande y, de paso, no se le faltaba el respeto a una audiencia que pagó 50 dólares sin chistar (casi el doble de lo que sale un show de Tiger Army en USA) y que tuvo que ver el show como en un vagón de subte japonés en hora pico. Lindos mosh y cierto espíritu a viejos recitales donde todavía se respiraba algo de peligro; pero si va a haber seguridad con actitud policial y cervezas caras, al menos se espera que se brinde comodidad. Ya estamos grandes, muchachos, que la próxima sea mejor.
Tiger Army en Mod Club. 30-04-17.
Nick 13: guitarra y voz.
Djordje Stijepovic: contrabajo.
Mike Fasano: batería.