Dos son las obsesiones indisimulables de Kevin Costner que se materializaron a lo largo de su extensa trayectoria en el gremio audiovisual, primero el deporte por antonomasia de yanquilandia y sus colonias implícitas de América Central, el béisbol, como prueba de ello pueden citarse las soporíferas Sueños Inalcanzables (Chasing Dreams, 1982), de Therese Conte y Sean Roche, La Bella y el Campeón (Bull Durham, 1988), opus de Ron Shelton, El Campo de los Sueños (Field of Dreams, 1989), de Phil Alden Robinson, Enamorado (For Love of the Game, 1999), de Sam Raimi, y Enredos de Amor (The Upside of Anger, 2005), de Mike Binder, y segundo el western, un género que trabajó en las distintas colaboraciones con sus dos directores favoritos, hablamos del Lawrence Kasdan de las dignas Silverado (1985) y Wyatt Earp (1994) y el Kevin Reynolds siempre errático aunque disfrutable de Robin Hood: El Príncipe de los Ladrones (Robin Hood: Prince of Thieves, 1991) y aquella Waterworld (1995), la primera con pinceladas varias del Lejano Oeste y la segunda una mixtura del formato narrativo en cuestión y lo que sería una relectura acuática de Mad Max (1979), joya de George Miller, amén de incursiones televisivas como Hatfields & McCoys (2012), miniserie dirigida por Reynolds para History Channel, e Yellowstone (2018-2023), serie creada por Taylor Sheridan y John Linson para Paramount Network y Peacock que como los trabajos cinematográficos con el amigo Reynolds recuperaba mucho del western clásico para mezclarlo con el melodrama ochentoso de clan rico e inmundo símil Dallas (1978-1991) y Dinastía (Dynasty, 1981-1989), entre otros tantos productos de la caja boba.
El amor por el western por parte del actor, cuyo origen se remonta a la infancia de Costner, cuando descubrió las novelas del especialista Lauran Paine y además vio por primera vez La Conquista del Oeste (How the West Was Won, 1962), película épica dividida en cinco episodios y codirigida por Henry Hathaway, John Ford y George Marshall, eventualmente se trasladó a su carrera en paralelo como realizador, por ello mismo tanto Danza con Lobos (Dances with Wolves, 1990) y Pacto de Justicia (Open Range, 2003), sus dos excelentes incursiones en el terreno más explícito del western, como El Mensajero (The Postman, 1997), su mamarracho postapocalíptico también con muchos ingredientes del Lejano Oeste aunque sin el sustrato camp y trash de Waterworld, construyeron una interpretación muy particular del esquema de turno, a mitad de camino entre el western clásico de izquierda, en sintonía con Anthony Mann, Fred Zinnemann y Robert Aldrich, y el western revisionista de Sam Peckinpah, Walter Hill y Clint Eastwood, aquel lleno de antihéroes que se burlaban del fascismo y jingoísmo de Ford, Howard Hawks y John Wayne, entre otros energúmenos e ignorantes de derecha. Aprovechando la renovada popularidad que le trajo Yellowstone, serie de la que se bajó porque le hicieron perder tiempo convocándolo a un rodaje que no tenía guiones y que para colmo Sheridan y los suyos se la pasaban reestructurando, Costner regresa a la dirección después de dos décadas de la mano de Horizon: Una Saga del Oeste- Capítulo 1 (Horizon: An American Saga- Chapter 1, 2024), epopeya que incluso lo tiene debutando como guionista junto a Jon Baird, otro escritor novel que nada había encarado.
Supuestamente dividida en cuatro partes que irán llegando de manera progresiva, con el Capítulo 2 listo para estrenarse en un futuro muy cercano, la película que hoy tenemos ante nosotros utiliza sus tres horas de duración para ofrecernos un paneo en torno a un generoso número de personajes que anhelan asentarse en un pueblo fronterizo en ciernes, Horizon, o que simplemente parecen dirigirse hacia el lugar por obra del azar o de su propia terquedad: en primer lugar están Frances Kittredge (Sienna Miller) y su hija adolescente Elizabeth (Georgia MacPhail), quienes se quedan sin el esposo y el otro vástago de la mujer a raíz del ataque de un malón apache, liderado por Pionsenay (Owen Crow Shoe), contra un grupo de colonos, así la viuda con el tiempo desarrolla una relación romántica con el Teniente Trent Gephart (Sam Worthington), una de las autoridades fundamentales del Campo Gallant, un destacamento de caballería e infantería donde encontramos al Sargento Thomas Riordan (Michael Rooker), un subalterno de buen corazón, y al Coronel Albert Houghton (Danny Huston), superior que cree en la inevitabilidad de la masacre indígena, en sí la doctrina del “destino manifiesto”, en contraposición a la convivencia no intervencionista que defiende Gephardt, pugna que se reproduce en el otro bando mediante el belicista Pionsenay y el cacique anciano moderado Tuayeseh (Gregory Cruz), en segunda instancia tenemos a una tal Lucy (Jena Malone) que oficiaba de amante a la fuerza de un oligarca capitalista, James Sykes (Charles Halford), por ello le mete dos tiros y se lleva al bebé que tuvo con él para eventualmente casarse con Walter Childs (Michael Angarano) bajo el nombre de Ellen Harvey, sin embargo dos vástagos mayorcitos del baleado, Caleb (Jamie Campbell Bower) y Junior (Jon Beavers), la encuentran y la capturan luego de asesinar a Walter aunque el mocoso logra evadir el rapto porque termina al cuidado de una linda prostituta que vivía con Lucy, Marigold (Abbey Lee), la cual es salvada por un comerciante de caballos, Hayes Ellison (el propio Costner), que mata en defensa propia al psicópata de Caleb y se lleva a la meretriz y al niño para protegerlos, y en último lugar viene un convoy de colonos al mando de Matthew Van Weyden (Luke Wilson) que incluye a la familia de Owen Kittredge (Will Patton) y a una pareja de burgueses británicos que no logran adaptarse a la vida bucólica y en movimiento, Juliette Chesney (Ella Hunt) y Hugh Proctor (Tom Payne), por ello cuando la fémina se baña al aire libre capta la atención de un par de fisgones con ganas de violar.
Más allá de alguna que otra subtrama, como la centrada en un grupo de verdugos cobardes de aborígenes que empiezan su periplo buscando a Pionsenay, para vengarse por la matanza inicial, y ante su propia impericia luego optan por asesinar a cualquier indígena, en este caso para cobrar la suculenta recompensa por cada cuero cabelludo, pandilla que incluye al desalmado Tracker (Jeff Fahey), el paradójico Elias Janney (Scott Haze) y un adolescente que supo alertar en soledad a Gephart sobre la incursión apache, Russell Ganz (Etienne Kellici), un muchacho que se horroriza ante la matanza de mujeres, mocosos y ancianos a cargo de estos blanquitos que disfrazan su codicia con ánimos de desquite o tal vez justicia, Horizon: Una Saga del Oeste- Capítulo 1 gira en torno a los ejes citados y constituye una rareza en el cine contemporáneo porque le exige mucho al espectador, de hecho acaparando toda su atención ya que no existe detalle librado al azar, y porque su naturaleza episódica y fragmentaria, con muchos personajes y anécdotas que prometen entrelazarse, se asemeja más a las viejas antologías cinematográficas de mediados del Siglo XX, precisamente como La Conquista del Oeste, o a los seriales del cine mudo, otra forma de estructurar los relatos corales mediante una constante intermitencia, que a las series televisivas contemporáneas, por cierto en general más pausadas y con un único núcleo como planteo de base, algo que tiene que ver con la ambición del desarrollo dramático que propone Costner y el hecho de que estamos apenas frente al primer eslabón de una historia del tamaño de un mamut que cubre buena parte del devenir decimonónico. Como siempre en el caso del tremendo Kevin en modalidad director, la propuesta combina humanismo, realismo sucio y alegoría acerca del colonialismo, la violencia social, la muerte y el choque de culturas y facciones políticas/ bélicas/ económicas, de allí que nos topemos con ecos de las realizaciones anteriores como por ejemplo la convivencia parasitaria y muy agitada entre caucásicos y pueblos nativos de Danza con Lobos, aquel sentido de comunidad y de construcción/ reconstrucción identitaria de El Mensajero y desde ya la autodefensa a toda pompa contra los latifundistas mafiosos de Pacto de Justicia. Costner redondea un trabajo admirable y misterioso que puede derivar en un gran lienzo sobre la utopía tambaleante del progreso nacional y demás sandeces que sólo desencadenan penuria popular y negociados capitalistas, aquí una serie de encuentros y desencuentros protagonizados por blancos, mexicanos, chinos, aborígenes y algún negro…
Horizon: Una Saga del Oeste- Capítulo 1 (Horizon: An American Saga- Chapter 1, Estados Unidos, 2024)
Dirección: Kevin Costner. Guión: Kevin Costner y Jon Baird. Elenco: Kevin Costner, Sam Worthington, Sienna Miller, Jena Malone, Danny Huston, Owen Crow Shoe, Luke Wilson, Abbey Lee, Michael Rooker, Will Patton. Producción: Kevin Costner, Howard Kaplan y Mark George Gillard. Duración: 181 minutos.