Inside

Libertad bajo palabra

Por Martín Chiavarino

Hablar del sistema carcelario siempre constituye un problema porque los que creen que no sirve para reformar a nadie no tienen una propuesta superadora, o al menos no una con consenso, o algo que el resto no perciba como un experimento que puede ser peor. Para adentrarse en esta agria temática el realizador australiano Charles Williams recorrió gran parte del sistema carcelario de su país, especialmente en el Estado de Victoria, donde finalmente se filmó su ópera prima, al sureste de Australia, lo que le permitió crear una historia sólida, estremecedora, difícil de ver y asimilar.

 

Al cumplir la mayoría de edad, Mel Blight (Vincent Miller), un joven recluso que posee un pequeño órgano musical, es trasladado de un correccional de memores donde ha pasado gran parte de su vida a un penal para mayores de edad, cárcel de máxima seguridad para reos que han cometido los crímenes más atroces. Allí conoce a Mark Shepard (Cosmo Jarvis), un predicador católico del perdón y la transformación con un problema mental condenado por una serie de asesinatos y violaciones de niños, sujeto que le pide que toque su órgano en la iglesia de la cárcel mientras él ofrece sus sermones a los indiferentes reclusos. Mark toma al joven bajo su ala, intentando hacerle ver que su vida puede cambiar si adopta las enseñanzas de Cristo como su salvador, pero Mel solo puede pensar en cómo su existencia ha quedado destrozada desde que su padre, al salir de la cárcel, asesinó a su madre y su hermana.

 

Cuando Mel se muda a la celda de Warren Murfett (Guy Pearce), un recluso mayor que está a punto de salir en libertad condicional, el preso convence al joven de intentar matar a Mark, sobre el que existe una recompensa por parte de los familiares de los menores asesinados para quien se deshaga de él. El influenciable Mel no sabe qué hacer y finalmente acepta convertirse en sicario, pero obviamente nada sale como Warren prefigura.

 

Williams ofrece un retrato crudo pero cotidiano sobre la vida en el presidio con un ojo documentalista y antropológico y muchas reflexiones de parte de los presos sobre si realmente la justicia debería permitirles salir en libertad condicional, o quizás recluirlos permanentemente. Otra de las cuestiones que el film trabaja muy bien es la baja autoestima de los presos. Toda la vida les han dicho que están fallados, que deben rehabilitarse, pero la cárcel solo agrava su situación, sin atisbo de mejora. Si Mel ha terminado matando a otro preso menor de edad en el correccional de menores, Warren ha dinamitado toda su vida, depositando sus esperanzas en un hijo al que prácticamente no conoce, y Mark predica a Cristo y a Dios ante un público que solo piensa en seguir matando y violando.

 

Si en algún momento la esperanza de la libertad condicional parece algo concreto a lo que aferrarse, para la mayoría esa ilusión se desvanece o se convierte en una pesadilla que los termina llevando nuevamente a la penitenciaría. Lo que deja en claro el primer largometraje de Charles Williams, un director muy prometedor del cine independiente en Australia y conocido por sus cortos, el último de ellos premiado en el Festival de Cannes con la Palma de Oro, All These Creatures (2018), es que la prisión tiene su propia dinámica, que a los guardiacárceles no les interesa en lo más mínimo quién vive y quién no, quién mata a alguien o cómo lo matan siempre y cuando ellos cobren su tajada, y que los idealistas tarde o temprano caen en la desilusión y la apatía ante tanta desidia y corrupción.

 

A pesar de todo esto Inside (2024) es una película optimista, de excelentes actuaciones, que reflexiona sobre las instancias alrededor de la vida carcelaria, la posibilidad de salir en libertad bajo palabra, los remordimientos del crimen, las dificultades para rehabilitarse, la falta de incentivos para hacerlo, las causas que llevan a alguien a cometer robos y asesinatos y los estímulos que lo conducen a reincidir, temáticas analizadas con gran profundidad y sin mirar para otro lado ante lo desagradable y lo abyecto. Escrita y dirigida por el propio realizador, la propuesta pone contra las cuerdas al espectador y le enseña todo lo que no quiere ver ni saber sobre el sistema penitenciario, algo que sin dudas deja una marca.

 

Inside (Australia, 2024)

Dirección y Guión: Charles Williams. Elenco: Guy Pearce, Cosmo Jarvis, Toby Wallace, Vincent Miller, Tammy Macintosh, Nikki Shiels, Chloe Hayden, Sean Millis, William Freeman, Clarke Parkinson. Producción: Kate Glover y Marian Macgowan. Duración: 104 minutos.

Puntaje: 9