Tu Monstruo (Your Monster)

Limitaciones de la furia terapéutica

Por Emiliano Fernández

Melissa Barrera es una actriz mexicana que se hizo conocida trabajando en telenovelas de su país antes de saltar recientemente hacia Hollywood, donde cultivó dos personalidades escénicas casi opuestas, primero una vinculada a los musicales a través de En el Barrio (In the Heights, 2021), de Jon M. Chu, y Carmen (2022), de Benjamin Millepied, y segundo una impronta de “scream queen” posmoderna gracias a sus tres colaboraciones con el dúo de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett alias Radio Silence, léase la epopeya vampírica infantil Abigail (2024) más Scream (2022) y Scream VI (2023), las secuelas/ reboots de la saga de metahorror creada por Wes Craven y Kevin Williamson, amén de complementos identitarios como No Descansarás (Bed Rest, 2022), convite de Lori Evans Taylor sobre fantasmas y maternidad problemática, y Sigue Respirando (Keep Breathing, 2022), una miniserie de supervivencia en la naturaleza creada por Martin Gero y Brendan Gall para Netflix. Barrera en 2023 fue noticia porque sería despedida de la saga Scream, esa misma que sin duda ayudó a revivir junto con su hermana en la ficción, Jenna Ortega, por haberse manifestado en favor de Palestina y haber denunciado el genocidio y la limpieza étnica llevados a cabo por los sionistas en la Guerra entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica o Hamás, decisión no de Gillett y Bettinelli-Olpin ni su eventual reemplazo detrás de cámaras, Christopher Landon, por cierto después también echado, sino de la productora hoy propietaria de la franquicia, Spyglass Media Group, lo que a su vez provocó la salida de inmediato de Ortega -disfrazada de supuestos conflictos de itinerario y por su salario- y una catarata de apoyo a la actriz mexicana a instancias de una buena parte de Hollywood que está asqueada tanto del imperialismo en Medio Oriente como de la autovictimización mainstream judía ad infinitum, lacra acaudalada y psicopática que no acepta crítica alguna.

 

La aparición en el mismo año, durante la etapa posterior al escándalo por la cancelación empresaria fascistoide, de Abigail y la película que nos ocupa, Tu Monstruo (Your Monster, 2024), debut en el formato largometraje de la directora y guionista independiente Caroline Lindy, resulta un doble espaldarazo para la intérprete de izquierda porque al soporte tácito de la dupla de Radio Silence, algo así como los “padrinos” de la azteca en lo que al horror se refiere, se suma la metáfora para nada sutil de fondo -aunque probablemente de índole azarosa contextual- del film de Lindy, precisamente centrado en una actriz que es expulsada a pura hipocresía y autoritarismo caprichoso de una obra que ayudó a crear y que estaba destinada a protagonizar. Aquí Barrera responde al nombre de Laura Franco, una intérprete treintañera especializada en musicales que padece cáncer y es abandonada de repente por su novio, el dramaturgo y director teatral Jacob Sullivan (Edmund Donovan), justo a posteriori de una cirugía oncológica y de prometerle el papel protagónico en una puesta musical que ambos coescribieron aunque en el caso de ella sin recibir crédito alguno. En medio de una depresión que la lleva a llorar todo el tiempo, Laura recibe el apoyo de su única amiga, Mazie Silverberg (Kayla Foster), y se muda a su casa de la infancia, donde encuentra en el armario de su habitación a un engendro simpático de su misma edad llamado simplemente Monstruo (Tommy Dewey), con el que comienza a convivir a duras penas y descubre que esa autocompasión inerte de la burguesía del Siglo XXI no lleva a ningún lado si no se la condimenta con una pizca de cólera. Franco de a poco debe contentarse con un rol bastante secundario dentro de la obra de turno y además desarrolla una relación romántica con el Monstruo a medida que descubre que su ex pareja parece “intimar” con la nueva estrella, Jackie Dennon (Meghann Fahy), actriz rubia mucho más famosa y blanquita que Laura.

 

Parodiando en general tres adaptaciones de La Bella y la Bestia (La Belle et la Bête, 1740), cuento de hadas de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve que sería popularizado en 1756 en una acepción abreviada por Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, hablamos del clásico surrealista de 1946 del gran Jean Cocteau, la serie de Ron Koslow para la cadena CBS del período 1987-1990 y el film animado de 1991 de Gary Trousdale y Kirk Wise para Walt Disney Pictures, Tu Monstruo se mueve en el terreno de la caricatura histérica irónica con chispazos de comedia negra, sátira metadiscursiva de marco ochentoso y melodrama de autosuperación rosa desde el amor y especialmente la autoconfianza, por ello la criatura espeluznante en la trama no está problematizada -desconocemos su origen o background identitario- y en términos macros ocupa el lugar de la furia negada/ adormecida/ latente en la existencia de Laura, suerte de disparadora de una catarsis terapéutica que no descuida los resortes románticos, el análisis de la feminidad en crisis y la fábula sarcástica acerca del mundo del espectáculo y sus miserias y canibalismo, con la ruina moral como vedette. A pesar de que el guión de Lindy resulta escueto o demasiado sencillo, a su vez inspirado en su cortometraje homónimo de 2020 con este mismo Dewey y Kimiko Glenn en el papel de Barrera y Scott Michael Foster en los zapatos hoy calzados por Donovan, la verdad es que la realizadora compensa la pequeñez de la historia con dinamismo narrativo, secuencias musicales amables y por sobre todas las cosas mucho encanto que surge del esplendoroso desarrollo de personajes y la idea implícita constante de balancear los pros y los contras de la ira en materia de sobrellevar situaciones de ruptura, rechazo y/ o “conflicto de intereses”, por un lado por supuesto inyectándole energía a la coyuntura para rescatarnos del soponcio y por el otro lado tantas veces derivando en un escenario de violencia freak descontrolada.

 

En este sentido Lindy, de manera algo tangencial, explora cómo Franco sale de la depresión enamorándose de su yo vehemente pero no consigue abandonarlo a tiempo para evitar que la irritación pase a mayores y nuestra comedia romántica mute en thriller o terror a toda pompa, como de hecho sucede en los minutos finales del metraje ya que las limitaciones del ardor quedan de manifiesto cuando se profundiza la perfidia del representante institucional, Sullivan, y aparece la infaltable necesidad de venganza/ justicia. Recurriendo a coreografías que muy a lo lejos parecen aludir a Bob Fosse y aprovechando con mucha inteligencia la química entre Dewey, en esencia un intérprete televisivo con dos décadas de experiencia, y Barrera, en pantalla disfrutando de la oportunidad de unificar su talento para los musicales y para la comarca de los gritos y los sustos, la película incluso se preocupa por esquivar la corrección política demacrada del Hollywood de años atrás porque la traición final de la amiga, Silverberg, niega el feminismo misándrico burgués al igual que la masculinidad de nuestro Monstruo, dejando entrever que la violencia reparadora es un atributo masculino paradigmático que se exporta a la psiquis de las hembras. La propuesta, en gran medida sin proponérselo, invoca el padecimiento real de Barrera, aquí honestamente entregando una de las mejores actuaciones femeninas de los últimos años dentro del ecosistema anglosajón, a manos de los payasos narcisistas e hipócritas del mainstream yanqui, por ello su eventual expulsión del musical del film equivale a su expulsión de la franquicia Scream y todo sabe a revancha contra esa lacra sionista que domina tanto Israel como la industria colosal de la información, las redes sociales y la TV más los servicios de streaming más el séptimo arte, censores que siempre toman partido en favor del sector más poderoso y concentrado en toda contienda cultural, mundana, económica, política o castrense que se precie de tal…

 

Tu Monstruo (Your Monster, Estados Unidos/ Reino Unido, 2024)

Dirección y Guión: Caroline Lindy. Elenco: Melissa Barrera, Tommy Dewey, Edmund Donovan, Meghann Fahy, Kayla Foster, Lana Young, Brandon Victor Dixon, Megan Haley, Taylor Trensch, Brian McCarthy. Producción: Caroline Lindy, Shannon Reilly, Kayla Foster, Melanie Donkers y Kira Carstensen. Duración: 103 minutos.

Puntaje: 7