Stasis: La Guerra Civil como Paradigma Político, de Giorgio Agamben

Los orígenes de lo político

Por Martín Chiavarino

Con Stasis: La Guerra Civil como Paradigma Político (2017), el filósofo italiano Giorgio Agamben continúa con su intensa búsqueda de los rastros de las huellas de la biopolítica a través de un concepto que le sirve como punto arquimédico para indagar en los orígenes de la guerra civil y sus transformaciones a lo largo de la historia.

 

El texto es la continuación de Estado de Excepción (Adriana Hidalgo, 2004), la segunda parte de Homo Sacer: El Poder Soberano y la Nuda Vida (Adriana Hidalgo, 2017), donde el filósofo analiza el origen de la anomia política en el entramado jurídico legal y político y la relación entre el poder soberano y la vida expuesta a la muerte, respectivamente.

 

Desde el comienzo, Agamben señala que el objetivo del libro no es realizar una teoría sobre la guerra civil, sino más bien examinar y comprender a través de diversos autores que analizan la Grecia clásica y el pensamiento del filósofo inglés Thomas Hobbes el vínculo entre ciudad, familia y guerra civil y su estatuto y legado sobre la era moderna.

 

Siguiendo los estudios de Nicole Loraux y Christian Meier, Agamben traza el camino del concepto de stasis en la Grecia antigua para demostrar que no existe una esencia política sino que la política se corresponde con las corrientes de tensión entre las dicotomías alrededor de la politización y la despolitización, la familia y la ciudad, el oikos y la polis. Así lo impolítico se politiza y lo político se economiza a través de la guerra civil ya que constituye un paradigma político coesencial a la ciudad.

 

Agamben realiza una comparación entre el concepto de guerra civil en la actualidad y la Grecia clásica para contraponer la forma actual que ahora ha adoptado la stasis a través del terrorismo, ya que la vida como tal se pone en juego en la política y por lo tanto es expuesta a la muerte. En cambio en la Grecia antigua la guerra civil era un enfrentamiento entre ciudades rivales o familias que funcionaba como una prueba de madurez o rito de pasaje de la niñez a la vida adulta a través de un enfrentamiento que marcaba el umbral de lo político e impolítico, o sea, lo que entraba en la esfera pública y lo que era expulsado hacía la esfera privada. Así como los ciudadanos públicos no podían mantenerse al margen o ser neutrales la stasis debía ser inolvidable pero nunca sujeta a procedimiento de venganza o procesos judiciales.

 

En el segundo capítulo, titulado Leviatán y Behemoth, Agamben realiza un extraordinario análisis del tema de la guerra civil en Hobbes tomando como eje la reproducción del grabado del frontispicio de la primera edición de su obra cumple, Leviatán, señalando el viraje biopolítico que el poder soberano estaba realizando en la época, ya no solo concibiendo el buen gobierno como garantía de la salud de la población sino planteando la necesidad de garantizar la posibilidad de una vida feliz. Además, Agamben crítica el carácter esotérico que Carl Schmitt le asigna a la obra del filósofo inglés a través de la monografía del filósofo jurídico alemán sobre la obra de Hobbes e indaga en el carácter de dispositivo de ilusión óptica del Leviatán como artilugio político que permite conferir unidad a lo múltiple.

 

En este categórico texto el autor de Homo Sacer analiza algunos de puntos clave que refieren a la dicotomía en el pensamiento de Hobbes entre los conceptos de pueblo y multitud y su relación con el concepto de cuerpo político y el vínculo entre la escatología cristiana y el devenir de los conceptos políticos seculares. Hobbes plantea la paradoja sobre la soberanía del pueblo, que solo a través de la elección de un representante o asamblea de representantes realiza esta misma soberanía a la vez que se disuelve en una multitud confusa pero conservando su carácter soberano en un mecanismo que es desarrollado tanto en Leviatán como en Sobre el Ciudadano (De Cive, 1642). Agamben también menciona que en la obra de Hobbes la multitud, el pueblo disuelto, es la única presencia en la ciudad y que al ser el sujeto de la guerra civil, esta es siempre una posibilidad bajo la estructura del Estado.

 

Hobbes menciona también en Leviatán que la política asume una dimensión mesiánica, y lo enfatiza con la elección del nombre de su libro, que remite al texto bíblico del Antiguo Testamento, denominado Libro de Job acerca de una profecía sobre el enfrentamiento de dos bestias marinas que se aniquilan. Agamben aprovecha esta mención para criticar las manipulaciones que Schmitt realiza del texto y para precisar que los conceptos políticos contemporáneos son una secularización de conceptos escatológicos, o sea, sobre el fin de los tiempos y el destino final de la humanidad y que la única forma de superar las contradicciones de los mismos en comprendiendo esta raíz teológica.

 

El libro editado por Adriana Hidalgo editora contiene un último capítulo a modo de apéndice, Nota sobre la guerra, el juego y el enemigo, un texto crítico acerca de El Concepto de lo Político, de Carl Schmitt y su elaboración de la oposición entre amigo y enemigo como criterios constitutivos de lo político. Agamben marca a través de Leo Strauss la contraposición que realiza Schmitt entre lo serio y el juego al definir lo político como la posibilidad de la eliminación física del adversario a través de la guerra, posibilidad real, manifestación y significado último de la enemistad. El filósofo italiano retoma para contraponerlo, la extraordinaria obra del historiador holandés Johan Huizinga, Homo Ludens, donde se propone al juego como el concepto central de la cultura. En el capítulo sobre el juego y la guerra Huizinga concluye que la forma originaria de la guerra en la Grecia antigua tenía una función agonal lúdica y que en realidad la guerra se transformó en una forma de destrucción del adversario paulatinamente cuando en realidad era consustancial a la convivencia, la iniciación y a la integración.

 

Stasis completa con claridad y contundencia su exposición realizada en Homo Sacer y Estado de Excepción analizando desde un punto de vista genealógico el concepto de lo político y la guerra civil, desde Hobbes y las interpretaciones de Schmitt y Strauss sobre su obra, para encontrar el origen de las definiciones que marcan algunos discursos ideológicos que hoy son considerados del sentido común. Agamben nos proporciona así una nueva herramienta para comprender el mundo con la finalidad de transformarlo.

 

Stasis: La Guerra Civil como Paradigma Político, de Giorgio Agamben, Adriana Hidalgo, 2017.