30° Festival de Cine de Mar del Plata

Octava Parte

Por Enrique D. Fernández y Ernesto Gerez

Anomalisa (2015, de Charlie Kaufman y Duke Johnson, Proyecciones Especiales), por Enrique D. Fernández

 

Esperadísima producción que lleva el nombre de nada menos que Charlie Kaufman como ideólogo principal, junto a Duke Johnson acompañando en la dirección. Hablamos de un trabajo completamente hecho con animación en stop-motion que apenas cuenta con las voces de David Thewlis y Jennifer Jason Leigh en los roles principales, además de Tom Noonan haciéndose cargo del resto de los personajes. Un reconocido escritor de libros de autoayuda para grandes empresas conoce a una tímida mujer en un viaje de negocios, generando un encuentro liberador entre ambos. Por fuera de los grandes estudios que elaboran cintas animadas de corte mainstream, Anomalisa fue concebida gracias a Kickstarter, una fundación que colabora con este tipo de películas sin interferir en las decisiones artísticas de sus creadores. La seriedad con la que el guión de Kaufman analiza a estos personajes es de una profundidad pocas veces vista. Una obra adulta, reflexiva, irónica y sumamente emocionante. La perlita del festival.

 

 

El Sistema Gorevisión (2015, de Valentín Javier Diment, Panorama), por Ernesto Gerez

 

Las chotas de plástico como marca de autor, la amistad como gasolina y el amor por el cine clase Z como piedra angular. Filmar lo que pinta, porque la primera idea muchas veces es la mejor, y la cofradía Gorevisión lo sabe. El exploitation del exploitation: violaciones, sangre fucsia, tetas y outfit sadomaso son algunas de las características de los productos de Magariños y sus secuaces. “Si hacés una sola película mala sos un idiota, si hacés dos sos un tarado, pero si hacés diecisiete sos un autor”, comenta el alma mater del proyecto ultragore nac & pop, y la sala estalla. Pero no todo es búsqueda de risas en este documental de Diment, hay también un acercamiento a las personas, a las vidas de los Gorevisión. Y claro que este costado de aproximación intimista corta con la algarabía de un inicio arrollador, pero nos permite conocer el lado B de estos antihéroes, tipos con los cojones suficientes y con la voluntad para hacer lo que se les canta y cómo se les antoja. 84 minutos de la historia de la productora más punk del país, su ligadura con el submundo rocker y bocha de anécdotas que despliegan en pantalla una genuinidad poco común en un ambiente que cuida muy bien sus dientes.