Hocus Pocus (1990), la décimo tercera y anteúltima novela de Kurt Vonnegut, el cáustico autor de Desayuno de Campeones (Breakfast of Champions, 1973), narra la vida de Eugene Debs Hartke, conocido en el ámbito militar como El Predicador por sus discursos morales sin palabrotas, un militar norteamericano de sesenta y un años que tras la conclusión de la Guerra de Vietnam es nombrado profesor de un peculiar Instituto Universitario, para jóvenes millonarios de buena posición social con problemas de aprendizaje, por la misma persona que lo reclutó para la Academia Militar. El protagonista escribe sus memorias en el año 2001 en forma de relatos interconectados escritos en pedazos de papel sueltos que ha ido encontrando para explicar las razones por las que ha sido encarcelado en el Instituto donde impartía lecciones de física, devenido prisión tras una masiva fuga de presos con toma de rehenes.
Una vez más Kurt Vonnegut crea un relato desopilante y sardónico, una contrahistoria de Estados Unidos a partir de personajes ordinarios que sobresalen para demostrar la ineptitud y malicia de los líderes de su país, la destrucción de la economía para el beneficio personal y la estupidez como principal característica humana. Reiteradamente Vonnegut denuncia la preponderancia de la industria bélica en su país como eje de la política exterior y el estado de guerra perpetua con breves intersticios de paz fugaces que preceden nuevas aventuras militares, obsesión del escritor por desnaturalizar una cuestión que parece del sentido común en Estados Unidos. Con su combinación única de irreverencia y franqueza Vonnegut logra convertir a personajes comunes y corrientes en seres extraordinarios, que opacan a los supuestos líderes y demuestran la verdadera cara siniestra y la idiosincrasia racista de Estados Unidos.
Gene Hartke revisa la vida de sus antepasados, la historia del Instituto Tarkington y de sus fundadores, directores y cuerpo docente en una trama con bifurcaciones inesperadas a cada momento, pero que siempre regresa al devenir principal para narrar las vicisitudes del hombre actual ante el abandono por parte de todas las instituciones y el avance de la máquina sobre el cuerpo humano. Reflexionando sobre su legado el narrador descubre que el número de personas que ha matado en Vietnam es el mismo que el de las mujeres con las que ha tenido relaciones sexuales a lo largo de su vida, cuestión que lo desvela, lo sorprende y le genera encontradas sensaciones sobre la relación entre el erotismo y la muerte.
Vonnegut construye la vida como una serie de payasadas al mejor estilo de las comedias slaptick de Hollywood, pero con escenas que resaltan el absurdo de la existencia como si estuviéramos ante un sketch de los Monty Python. A través de hipérboles disparatadas que se asientan en una profunda verdad sobre la naturaleza humana, la obra cavila sobre la pedagogía y la necesidad de la educación y de centrarse en la superación del fracaso más que en el camino del éxito en un país supersticioso y en bancarrota, asolado por el analfabetismo y no apto para ser pobre. Tampoco falta por supuesto una desopilante historia de ciencia ficción escrita en una ignota revista pornográfica por un autor desconocido al que probablemente le hayan robado su cuento, pero que cualquier lector de Vonnegut sabe que remite a su alter ego, el desquiciado Kilgore Trout.
Entre vidas signadas por la guerra y la industria armamentista en un país quebrado por la avaricia, con sus empresas, instituciones y riquezas vendidas a las corporaciones extranjeras para pagar los intereses de la deuda y consignarse al hedonismo, Hocus Pocus narra el hartazgo de los ciudadanos aún librepensadores con respecto a la bajeza y la soberbia humana. La herida abierta por el fracaso en Vietnam, las atrocidades cometidas por los soldados norteamericanos en el país asiático, la grieta que la guerra abrió en el país entre los progresistas y los conservadores, entre la industria cultural y la industria armamentista, son algunas de las cuestiones que la novela de Kurt Vonnegut trabaja mientras Gene Hartke narra las contradicciones de su labor como docente y militar y las similitudes entre el Colegio Tarkington y la prisión adyacente.
El aumento de la población carcelaria como consecuencia de las políticas de exclusión social, la locura como escape del absurdo, las vidas desperdiciadas, el desprecio de las clases dominantes por los trabajadores y los pobres y el racismo norteamericano, son algunas de las cuestiones que surgen en las anécdotas que el narrador escribe sobre su intensa vida y la historia de un país que cree estar destinado a la transcendencia y que solo destruye su propia historia.
Vonnegut es capaz de transfigurar el sentido común a partir de una genuina disección de sus contradicciones para convertirlo en algo disparatado, pero también logra analizar lo incoherente para pensar si no es mejor que ese sentido común construido en base a los intereses de las clases dominantes.
En este libro Vonnegut homenajea a través del nombre del protagonista a Eugene V. Debs, el histórico político socialista estadounidense que logró presentarse cinco veces como candidato a presidente de su país, y a Rupert Vance Hartke, el senador demócrata por Indiana, hogar de Vonnegut y de Debs, que se opuso férreamente a la intromisión norteamericana en el conflicto bélico vietnamita.
Hocus Pocus fue reeditado por La Bestia Equilátera con la traducción de Ariel Dilon, cedida por Penguin Publishing Group con acuerdo de G.P. Putman & Sons, la corrección de Virginia Avendaño, un diseño de Juan Pablo Cambariere y la ilustración de tapa y contratapa a cargo de Liniers. Hocus Pocus, la séptima obra de Kurt Vonnegut publicada por la editorial argentina, es una de sus mejores novelas y recorre prácticamente todos los tópicos que obsesionaron al autor de Cuna de Gato (Cat’s Cradle, 1963) durante su carrera literaria.
Hocus Pocus, de Kurt Vonnegut, La Bestia Equilátera, 2019.