20° BAFICI

Parte 8

Por Emiliano Fernández y Martín Chiavarino

Y Abrázame (2017, de Javier Rao, Nocturna), por Emiliano Fernández

 

Para lo que suele ser el cine de terror argentino de la actualidad, siempre moviéndose en un péndulo que va desde un ridículo saturado de clichés y citas innecesarias hasta una corrección que suele quedarse corta en su efusividad, Y Abrázame (2017) se impone con voz propia como una de las propuestas más inusuales del panorama reciente vernáculo: esta ópera prima de Javier Rao adopta una perspectiva muy barrial -léase propia de zonas marginales de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano- para contar una historia acerca de un encuentro sexual entre un chico y una chica que deriva en la posterior desaparición de la joven, dejando apenas su celular y algo de sangre en el baño como signos de un primer acercamiento íntimo bien freak. El muchacho en cuestión intenta localizarla de manera infructuosa y a medida que comienza a padecer alucinaciones y sueños protagonizados por la susodicha, se decide a recurrir a una hechicera/ tarotista que lo convence de algo que ya sospechaba: hablamos de un viejo y querido gualicho. Rao maneja un tono naturalista típico del cine independiente argentino que curiosamente no había sido del todo explotado hasta ahora en el enclave del terror, ya que sus colegas directores del género por lo general o apuestan a ensalzar la sobreactuación desaforada o se tiran hacia ese intento de “tono neutro” del mainstream autóctono, el cual de un tiempo a esta parte tiene de modelo a la profesionalidad del cine hollywoodense. Aquí el realizador y guionista recurre sutilmente a algunos tics clásicos del horror fantasmagórico, el cine psicodélico y los relatos de una degradación mental tendiente a la locura, un combo al que se suma el citado costumbrismo como rasgo fundamental a nivel macro (tenemos numerosas conversaciones coloquiales entre el protagonista y su grupo de amigos que se sienten naturales, para nada forzadas). La propuesta en general resulta loable pero los resultados no llegan a ser del todo satisfactorios debido a que más allá de “bajar a tierra” a la pose afectada habitual del terror, esa que puede conducir al éxito o al fracaso según el talento que demuestre el cineasta de turno en la ejecución, a decir verdad al film le termina jugando un poco en contra esta idiosincrasia campechana, restándole fuerza a una trama que de todas formas en su último acto levanta bastante la intensidad de la mano de algún que otro ritual profano… amén de unos minutos finales tan simples como efectivos que respetan la lógica de una mundanidad en la que acechan agazapados unos celos funestos que funcionan como la contracara fatal del amor.

 

Viaje a los Pueblos Fumigados (2018, de Fernando “Pino” Solanas, Noches Especiales), por Martín Chiavarino

 

El saqueo continúa

Desde la concepción del documental Memorias del Saqueo en el año 2004, un extraordinario diagnóstico sobre las consecuencias de las políticas neoliberales en Argentina a partir de la década del noventa hasta la fecha de lanzamiento de la película, Fernando “Pino” Solanas ha analizado en sus obras distintas cuestiones relacionadas con el contubernio entre los políticos de distintas banderas y las corporaciones transnacionales y sus socios locales para destruir el sistema productivo del país, disciplinar a sus organizaciones sociales, corromper a su clase política y saquear los recursos naturales con el menor costo financiero. Esta actividad de denuncia cinematográfica dirigida hacia un público masivo se ha combinado con su acción política, que lo ha llevado a ser diputado y senador nacional con su partido, Proyecto Sur.

 

En Viaje a los Pueblos Fumigados (2018) Pino retoma un periplo realizado a la provincia de Salta para su documental sobre la industria petrolífera argentina y las resistencias a la privatización de este recurso estratégico, Tierra Sublevada: Oro Negro (2011), para indagar en una obra dividida en diez capítulos sobre las políticas y las consecuencias de los agrotóxicos para el medio ambiente y la salud de toda la población.

 

Solanas entrevista aquí a distintos expertos como Jorge Rulli, Adolfo Boy y Pedro Peritta, entre otros con el objetivo de dilucidar para sí mismo y para el público las nocivas consecuencias de las utilización de semillas transgénicas y de agrotóxicos, la contaminación de todas las hortalizas a partir de la fumigación con pesticidas prohibidos, la evolución de las políticas de patentes del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), el aprovechamiento de las corporaciones de la confusión y la falta de información fidedigna y de investigaciones sobre los transgénicos y el glifosato en los organismos estatales y el reemplazo de la lógica social de la calidad por la del mercado, que promueve la cantidad y no la calidad como modelo de explotación intensiva. El documental señala a su vez como estás políticas de monocultivo, el desmonte, la destrucción del suelo productivo y el endeudamiento han llevado a la quiebra a los pequeños chacareros, concentrando cada vez más la riqueza y la tierra en pocas manos, generando así más desocupación, pobreza y hambre. Además de hacer hincapié en la perdida de la biodiversidad y de soberanía Pino Solanas también analiza a través de las entrevistas la triangulación de las mercaderías que las corporaciones realizan para evadir impuestos a través de las sociedades Offshore, denunciando la connivencia con los políticos que han gobernado el país desde la década del noventa, pero marcando que en los últimos dos años la fumigación con agrotóxicos se ha multiplicado, señal de una clara política del actual Gobierno al respecto.

 

Por supuesto, Solanas no se queda en la denuncia y también entrevista y visita a los integrantes de Naturaleza Viva, Remo Vénica e Irmina Kleiner, un proyecto de agricultura orgánica y agroecológica que es un ejemplo en el mundo. La lucha de la pareja por la supervivencia fue retratada de forma maravillosa por Juan Baldana en Los del Suelo (2015), film que narra su huida de las autoridades militares y su vida en la clandestinidad durante toda la última Dictadura Militar. El realizador también releva en Viaje a los Pueblos Fumigados otros proyectos con conciencia rural agroecológica que producen alimentos orgánicos y proponen otro modelo de desarrollo sin soluciones químicas contaminantes. Solanas regresa así nuevamente al documental de barricada para advertir sobre una cuestión que cada vez hace más ruido y necesita difusión, para frenar a las corporaciones multinacionales y sus cómplices locales en su intento de envenenamiento de la población, para poder construir una soberanía alimentaria como proponen organizaciones internacionales como Vía Campesina.

 

El Entusiasmo (2018, de Luis Herrero, Derechos Humanos), por Martín Chiavarino

 

El anarquismo siempre regresa

La ópera prima de Luis Herrero es un documental sobre la reorganización de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) durante la década del setenta en España a partir de la muerte del dictador genocida Francisco Franco. La CNT es una unión confederal de sindicatos autónomos que asumió tempranamente las ideas ácratas del anarquista para crear el concepto de anarcosindicalismo, opuesto a las acciones de las otras centrales obreras, la UGT (Unión General de Trabajadores), que desde su fundación se alineó orgánicamente a la estructura del Partido Obrero socialista Español (PSOE) y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO), vinculada al Partido Comunista Español.

 

El documental narra a través de entrevistas a los protagonistas, a historiadores ácratas y material de archivo la energía libertaria que se vivió en España, pero especialmente en Barcelona, con el vacío de poder que se produjo tras la muerte del dictador y el colapso de la dictadura. Así se relaciona la militancia clandestina con la explosión de afiliaciones hacía todos los sindicatos ahora legalizados, antes ilegales y perseguidos, como una necesidad de expresión política, artística, sexual, producto de más de treinta años de represión franquista.

 

Pero el entusiasmo y los comienzos de la reorganización, las exitosas huelgas, los primeros triunfos sindicales y la simpatía social son opacados por la crisis política y económica que asola a España, que culmina en el Pacto de la Moncloa, un acuerdo político y económico de carácter liberal entre todos los partidos políticos que llevó al país a profundizar su crisis de la mano de las políticas neoliberales. De paso los medios masivos, en connivencia con los políticos, se aseguraron de asimilar el anarquismo y a la CNT con terrorismo a partir de un incendio en un teatro de Barcelona provocado por un lumpen al servicio de un político del Partido Popular, en ese momento Alianza Popular, partido heredero del franquismo y de sus ideas reaccionarias, en el que murieron varios militantes ácratas. Este sabotaje produjo el alejamiento de muchos afiliados y un descenso de la conflictividad social canalizado por vías culturales y musicales, pero no políticas ni sindicales.

 

El Entusiasmo (2018) logra rescatar así la emoción de la recuperación de la democracia por parte de los españoles aunque no dé cuenta de los conflictos ideológicos entre las distintas visiones políticas. Centrándose tan solo en la CNT, el documental deja una visión melancólica de una de las últimas afirmaciones masivas del movimiento anarquista, único organismo que se opuso en su momento al Pacto de la Moncloa, del que hoy España sufre sus secuelas.