Kenneth Branagh regresa con Cacería en Venecia (A Haunting in Venice, 2023) al famoso detective belga de las novelas de la escritora británica Agatha Christie, Hercule Poirot. A diferencia de las películas anteriores, Asesinato en el Oriente Express (Murder on the Orient Express, 2017) y Muerte en el Nilo (Death on the Nile, 2022), en esta tercera entrega de adaptaciones de la prolífica escritora inglesa el guionista Michael Green y Kenneth Branagh abordan por primera vez juntos una película que no parte de una traslación cinematográfica previa, dado que las anteriores tenían versiones de los años setenta dirigidas por Sidney Lumet y John Guillermin, respectivamente.
Situada en el año 1947, un Poirot (Kenneth Branagh) retirado de su labor como detective descansa en la decadente ciudad italiana de Venecia debido a una dolorosa pérdida y recibe la visita de una vieja amiga, la escritora de novelas de misterio Ariadne Oliver (Tina Fey), un alter ego de la propia Agatha Christie, que le propone acudir a una sesión con una médium en la noche de Halloween para intentar descubrir los trucos de la popular espiritista, que tiene como tarea comunicarse con la hija fallecida de una conocida cantante de ópera, Rowena Drake (Kelly Reilly). A pesar de su reluctancia inicial, Poirot, que le debe su notoriedad a la escritora, decide aceptar la oferta para darle el gusto, poner en ejercicio su ingenio y lógica y ofrecerle ayuda a su amiga con su nueva novela de suspenso.
Con su característico método de observación y análisis de los datos, Poirot acude al palacio de Drake en Venecia junto a su custodio, Vitale (Riccardo Scamarcio), para conocer a los personajes que serán los protagonistas de su pesquisa. La anfitriona es una mujer dolida por la muerte de su hija que busca solaz intentando comunicarse con ella a través de la médium, la señorita Reynolds (Michelle Yeoh), que llega acompañada de su ayudante, Desdemona (Emma Laird). Al lugar también acuden un médico amigo de Rowena que examinó a la hija fallecida, Leslie Ferrier (Jamie Dornan), hombre devastado tras descubrir el horror que le esperaba a las tropas aliadas en los campos de concentración, y su hijo, un taciturno lector de Edgar Allan Poe, Leopold (Jude Hill), la cuidadora de la casa, Olga Seminoff (Camille Cottin), y Maxime Gerard (Kyle Allen), el prometido de Alice, la hija fallecida de Rowena. Tras la primera sesión Poirot deberá resolver un crimen que se relaciona con la trágica muerte de Alice, que une a todos los personajes en una trama macabra.
A diferencia de las adaptaciones anteriores de la obra de Christie, Branagh introduce aquí un dispositivo al que no recurría desde obras como Volver a Morir (Dead Again, 1991) y Frankenstein (1994), que apelaban al terror. Al igual que en las otras adaptaciones de las novelas de Christie, el director y Michael Green abusan hasta el hartazgo de todos los clichés a su disposición, las panorámicas de Venecia, la inesperada y conveniente tormenta que anega a los personajes y el uso de la contraposición entre imagen sorprendente y sonido turbador para sobresaltar al espectador símil jump scare, un artilugio infaltable en todo el género de horror. Aunque la película encuentra el justificativo dramático para adentrarse en las aguas traicioneras del terror y desafiar al detective en la búsqueda por desenmarañar la verdad, nada en la trama de la película fluye, con actuaciones que no se destacan, personajes sin demasiado carisma y una historia que nunca logra sorprender.
Si bien no hay ningún problema grave, nada falla estrepitosamente y todo es muy prolijo y aséptico, nada tampoco sobresale en este film en el que algunos personajes no tienen un rol muy claro, la historia es menos atrapante que en las anteriores adaptaciones y se repiten todos los estereotipos de estas propuestas, hablamos de un ambiente de encierro, múltiples sospechosos y pistas que se vuelven claves para entender la lógica del detective cuando desentraña el misterio.
Desgraciadamente Cacería en Venecia solo confirma que Kenneth Branagh no se encuentra entre los mejores Poirot y que la franquicia de las adaptaciones de Agatha Christie del realizador continúa su derrotero en declive, dado que la mejor de las películas fue la primera, Asesinato en el Oriente Express, porque con menos recursos ofrecía una trama más ingeniosa, mientras que Muerte en el Nilo, con mayor producción, ya caía un escalón por debajo y hoy Cacería en Venecia no subsana ninguno de los problemas de las propuestas anteriores, más bien los agrava. Para colmo Branagh, un especialista en la adaptación de la literatura inglesa clásica a la actualidad, falla aquí en su intento de catapultarse a la década del cuarenta con una contextualización muy pobre, por lo que al igual que Venecia la película se hunde debido a lo que deberían ser sus pilares.
Cacería en Venecia (A Haunting in Venice, Estados Unidos/ Reino Unido/ Italia, 2023)
Dirección: Kenneth Branagh. Guión: Michael Green. Elenco: Kenneth Branagh, Dylan Corbett-Bader, Amir El-Masry, Riccardo Scamarcio, Fernando Piloni, Lorenzo Acquaviva, Tina Fey, David Menkin, Camille Cottin, Kelly Reilly. Producción: Kenneth Branagh, Judy Hofflund, Simon Kinberg y Ridley Scott. Duración: 103 minutos.