El Jardín Secreto (The Secret Garden)

¿Qué pasó con el secreto?

Por Denise Pieniazek

En una era posmoderna donde parece que la originalidad del lenguaje cinematográfico se encuentra en detrimento debido a los constantes remakes, spin-off, secuelas, precuelas y nuevas versiones de toda clase, El Jardín Secreto (The Secret Garden, 2020) no es la excepción. Basada en la célebre novela de la escritora Frances Hodgson Burnett, la propuesta vuelve a transponer el texto al lenguaje cinematográfico acercando esta conmovedora historia a nuevas generaciones. Es un film para toda la familia, que incluso permite a quienes crecieron con la encantadora versión homónima cinematográfica de 1993, aquellos que quizás ahora son padres/ madres, revivir este relato junto a sus hijos, veintisiete años después a través del cine online del Cinemark Hoyts.

 

Para quien escribe es importante remarcar que El Jardín Secreto (The Secret Garden, 1993) constituye una de las películas claves en el nacimiento de su cinefilia en la niñez, junto a obras como La Princesita (A Little Princess, 1995), dirigida por el talentoso Alfonso Cuarón y también basada en una novela de la misma autora. Recordemos que Burnett es reconocida principalmente por sus tres novelas infantiles, Little Lord Fauntleroy (1886), A Little Princess (1905) y The Secret Garden (1911). La escritora al igual que Sara -la protagonista de La Princesita– y Mary -uno de los personajes principales de El Jardín Secreto– sabía lo que era el desarraigo y los viajes porque su estancia osciló entre Inglaterra, Estados Unidos y París. Frances comenzó su carrera remunerada como escritora a los diecinueve años para ayudar al sustento familiar publicando historias en revistas.

 

A partir de 1880, la escritora volvió a viajar con frecuencia a Inglaterra, en donde escribió The Secret Garden, historia ambientada en dicho país. Resulta pertinente mencionar que su hijo mayor, Lionel, murió de tuberculosis en 1890, lo que provocó una recaída en la depresión con la que ya había luchado durante gran parte de su vida. Ambos hechos pueden observarse como resonancia en la respectiva novela, en donde las madres y los padres están ausentes, ya sea a causa de la prematura muerte u otros motivos, y donde los niños arraigan una gran soledad. Por ende, el texto exuda una fuerte crítica a la institución familiar y la moraleja parece ser que los niños tienen mucho que enseñar a los adultos. The Secret Garden posee varias transposiciones cinematográficas entre las que se destacan la ya mencionada de los 90 y la perteneciente al Hollywood Clásico de 1949, la cual contaba con la peculiaridad de alternar el uso del blanco y negro y el color, relegando metafóricamente el technicolor a las escenas del jardín secreto propiamente dicho. Pero fuera de eso, es una versión carente de carisma a diferencia de la gran emotividad y calidez del melodrama de 1993 escrito y dirigido por dos mujeres, Caroline Thompson y Agnieszka Holland, esta última la gran realizadora polaca de Complot contra la Libertad (To Kill a Priest, 1988), Europa Europa (1990), Olivier, Olivier (1992), En la Oscuridad (In Darkness, 2011) y la reciente Mr. Jones (2019). En contraposición, la versión del 2020 está realizada por dos hombres, el director Marc Munden y el guionista Jack Thorne, éste responsable de las historias de Extraordinario (Wonder, 2017), de Stephen Chbosky, y Enola Holmes (2020), de Harry Bradbeer.

 

El Jardín Secreto comienza, como es de costumbre, con un prólogo en la India, pero situando geográfica e históricamente el relato en 1949, a diferencia de otras adaptaciones, para luego trasladar la acción al Reino Unido en donde la pequeña huérfana Mary será acogida por su acaudalado tío en una mansión que esconde múltiples secretos. A diferencia de la versión de 1993, esta transposición le quita peso al melodrama, es decir que en vez de poner el énfasis en los vínculos humanos y los componentes trágicos, coloca el acento en los elementos mágicos del jardín y su poder curativo. Asimismo tiene la particularidad de profundizar sobre la prehistoria familiar, en especial sobre las hermanas, las madres/ tías de Mary y Colin.

 

Esta reciente versión cinematográfica de la novela, aunque a nivel visual y escenográfico es de placentero deleite, en cuanto a lo narrativo posee varias falencias. Principalmente éstas se deben a que la psicología de los personajes es superflua, se le quita profundidad al devenir del carácter de Mary y Colin: por ejemplo, prácticamente no se muestra cómo y por qué Colin se cree tan indefenso y defectuoso. Asimismo, el descubrimiento de Colin por parte de Mary carece de misterio, a diferencia del film de 1993 en el cual el ambiente de la mansión y el descubrimiento de quienes allí vivían poseían un halo de suspenso. En la actual versión todo está tan suavizado, aplacado y explícito que el relato pierde potencia y emotividad, algo que se traduce en actuaciones poco sorprendentes. Incluso se cae en el cliché de la “falsa corrección política” del momento al modificar la etnia y cultura de dos de los sirvientes, Martha y Dickon, quienes aquí son negros. Por último, resulta interesante mencionar un elemento que no creo que sea casual, el parecido físico de la niña que interpreta a Mary, Dixie Egerickx, a Liesel Matthews, quien compuso a Sara, la protagonista de La Princesita. Además de la apariencia de ambas, parece haber una intención en la caracterización y cierta similitud en el vestuario y en algunos elementos escenográficos que también se vinculan al universo cultural de los niños que crecimos con estos relatos.

 

El Jardín Secreto (The Secret Garden, Reino Unido/ Francia/ Estados Unidos/ China, 2020)

Dirección: Marc Munden. Guión: Jack Thorne. Elenco: Dixie Egerickx, Richard Hansell, David Verrey, Tommy Gene Surridge, Julie Walters, Maeve Dermody, Colin Firth, Isis Davis, Amir Wilson, Edan Hayhurst. Producción: Rosie Alison y David Heyman. Duración: 99 minutos.

Puntaje: 5