Yo la Tengo en el Teatro Vorterix

Una noche difícil de olvidar

Por Damián Jarpa

Se hicieron esperar, pasadas las nueve y cuarto de la noche en Vorterix la ansiedad expiró. Una de las pocas instituciones sobrevivientes del rock independiente americano de los años 80, Yo la Tengo, se hacían presentes por tercera vez en tierras argentinas.

 

El comienzo hacía vaticinar que el show se iba a focalizar en el último disco de la banda, Fade (2013), ya que la primera canción fue Stupid Things, pero estos buenos vecinos de la ciudad de Hoboken, en New Jersey, afortunadamente nos tienen acostumbrados a lo impredecible. Para el segundo tema se despacharon con una disonante y zigzagueante versión, sólo para entendidos, de Five-Cornered Drone (Crispy Duck), que data de 1992, y algunos debajo del escenario que buscaban otra cosa sintieron el golpe. Quedaron estupefactos. Luego llegó el turno de Autumn Sweater para purificar el ambiente.

 

Inmediatamente después sacaron a relucir la veta más delicada y jazzera de la banda. Pasan Mr. Tough y The Weakest Part, en donde el cantante y guitarrista Ira Kaplan se hace cargo de los teclados por un buen rato y uno percibe que la dupla Georgia Hubley/ Kaplan es mágica, única, y tienen la hidalguía de coquetear con géneros musicales disímiles y hacerlo parecer fácil.

 

Luego de algunos temas, todos vuelven a sus lugares nuevamente para Sugarcube, probablemente una de las más festejadas, una canción que desató el desenfreno y el pogo del público. Sin embargo el momento del nirvana fue Pass the Hatchet, I Think I’m Goodkind, la cual se extendió diecisiete gloriosos minutos en los cuales un inquieto Kaplan deambuló por todo el escenario y ejecutó un letal anti-solo de guitarra mientras las olas de feedback salían escupidas de la Fender Stratocaster. Realmente fue un momento de infeccioso ruido. En contraposición, James McNew, inmutable, se limitó estoicamente a tocar sus correspondientes líneas de bajo.

 

Ya en el trayecto final del show y en pleno jolgorio, llegó el momento de los covers de sus músicos favoritos: hay que remarcar que los de Hoboken se caracterizan por tener un exquisito gusto musical y un vasto conocimiento de la cultura pop. Fue entonces para los bises cuando se despacharon con una excelente versión de Sun Ra de Somebody’s in Love, o como ellos mismos exclamaron “¡nuestra música para bailar favorita!”. Se le sumó un tema de Sandy Denny y para culminar una magnífica versión de Speeding Motorcycle de Daniel Johnston, ya llevándose al público en sus bolsillos.

 

Ira Kaplan, algo emocionado, dejó el escenario con un cálido saludo. No era para menos. No fue un show cualquiera, en especial si consideramos que tuvieron que usar las guitarras de los Atrás Hay Truenos, la banda soporte, por problemas técnicos con los instrumentos propios. En síntesis, dos horas y cuarto de show de Yo la Tengo dejaron una muestra fidedigna de lo realizado en 30 años de carrera.

 

Yo la Tengo en el Teatro Vorterix. 05-06-14.

Ira Kaplan: guitarra, teclados y voz.

Georgia Hubley: batería.

James McNew: bajo.

Dave Schramm: guitarra.